jueves, agosto 10, 2006

Plenilunio de Agosto: ¿el mundo comienza esta noche?

Nuevos prodigios y virtudes perdidas: el momento justo del plenilunio, cuando una faz de la Luna se muestra completamente (y su lado oscuro sirve aún de alimento y veneno para los espíritus arcanos), resulta ser un momento decisivo, cuando menos este mes.

El destino se muestra tan majestuoso, repentinamente...

¿Es una alucinación?

Pasé años escribiendo sobre la Melancolía y el Fin del Mundo. (Y en algún momento posterior volveré a retomar el tema). Pero no más por ahora: He agotado mis recursos.

Justo con este plenilunio de agosto, queda marcada una nueva fase: la del proemio hacia una brecha distinta.

Quizás el mundo comience esta noche...

Que así sea.

martes, agosto 08, 2006

la reinvención naranja.

"The last night on Maudlin Street
goodbye house
goodbye stairs
I was born here
I was raised here, and
...I took some stick here
love at first sight
may sound trite
but it's true, you know
I could list the details
of everything you ever wore
or said, or how you stood that day
and as we spend the last night
on Maudlin Street, I say
"goodbye house-forever!"

I never stole a happy hour
around here
Where the world's ugliest boy
became what you see
here I am - the ugliest man
Its the last night on Maudlin Street
and truly I do love you
oh, truly I do love you
When I sleep with that picture of
you framed beside my bed
oh, it's childish and it's silly
but I think it's you in my room
by the bed (...yes, I told you it was silly...)"
Morrissey, Late night, Maudlin Street.

La Gran Ciudad: Estrés, velocidad, y sobre todo concreto, mucho concreto.

Tan pronto arrivé a la capital, salí a caminar a las calles indómitas: he aquí donde se encuentra ese sentido de libertad que tanto se extraña en el terruño, cerca de las montañas. Y pese a esto, lejos de lo que pudiera pensarse a primera vista, es cruel y es triste, muy triste.

Pasé años sin derramar una sola lágrima y ahora brotan a todas horas, emanan de "ese sentido de la ausencia y de esa ausencia del sentir" que se convierte en nostalgia inaudita. No extraño todo, sólo lo irremplazable: a ese par de gatos que despertaban a un costado junto a mí, a La Mujer sin sonrisa, a Biógrafa Chú y a un par de amigos más... Tan lejos y tan cerca.

Pero ahora, tal parece, toca una vuelta de tuerca.

Por lo que respecta a la ciudad, el aire de las calles es pesado y seco, las miradas álgidas y sospechosas, y a leguas se distingue una inaudita sensación de vivir a prisa, caminar con premura, llegar a casa y echar doble cerrojo a las puertas, que me lleva a asegurar que todos los personajes de esta urbe son exquisitos esquizoides.

Las grandes lozas de concreto que conforman la ciudad pueden llegar a ser demoledoras en más de un aspecto: si vas solo a la cama por la noche, sin un maullido, un abrazo o un ronroneo que te alegre el día, puedes, sencillamente, desvanecerte.

Sencillamente un día, no despertarás.

Y a pesar de esto, ciertos mensajes llegan de los modos más diversos e inimaginables: una conversación ajena en la banqueta, un epígrafe en un libro, una frase en un café...

"Que el camino crezca hasta llegar a ti,
que el viento siempre sople a tus espaldas,
que el Sol brille cálido en tu cara,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos encontremos nuevamente
Dios te cobijará en la palma de su mano"
Antigua bendición irlandesa.

Por ahora sólo tengo un aliciente: el saber que ahora toca el turno a los días de la reinvención naranja, que por suerte, comparten el mismo matiz que el aura de La Mujer sin Sonrisa.

martes, agosto 01, 2006

Energía mística.

"Quiero asomarme al mundo como quien se asoma
a una colección de tarjetas postales."
Eva Perón, entrevista a 'Antena', 1944.

Hoy está presente en todas partes: es la esencia de cada objeto acomodado en la habitación, en cada página de un libro, en cada track de un disco compacto...

Puede olerse en mi recámara: es el penetrante olor a copal que despide el incensario...

Surca los aires a la velocidad de la luz (y de la oscuridad). Se ha sumergido bajo el agua fría de un caudaloso río que se pierde en la lejanía de los eones...

Atraviesa los cuerpos celestes y se prolonga al infinito: es el aquí y el ahora. Es cada instante que con la inmediatez de las emociones, siempre es el primero y el último...

Es el espíritu del viento boreal, y también es el espíritu de cada gato que vaga solo por las noches, y que se interna en sitios insólitos escapando al entendimiento humano...

Es la consistencia del vino y la tesitura de varias voces épicas...

Es la música y el sexo, la conjunción de ambos y el semen indómito que delira en cada emisión...

Es el arte de caminar y de plasmar ideas por escrito, y es también el arte de narrar...

Pero no siempre estuvo ahí.

Esta mañana pasé horas viendo viejas fotografías: ¿cuántas sonrisas reprimidas hubo allí? ¿Cuántos deseos incumplidos? ¿Cuántos orgasmos fallidos? ¿Cuántos testimonios de miseria humana enarbolaban esos rostros compungidos? ¿Cuánta mierda acumulaban diariamente junto a su soledad? ¿Cuánta crueldad? ¿CUÁNTA?

Y así lo hicieron por años (y luego de años, décadas) hasta que un mal día, como todos los de su tiempo, se volvieron polvo. Y luego del polvo sólo quedaron vestigios dispersos, como esas fotografías.

Y nada más.

Todo por no apreciar esa 'energía mística' que hoy está presente en todas partes, que brinda sentido a la vida misma (cuando menos a la mía), y que se denomina LIBERTAD.

martes, julio 25, 2006

Miradas cruzadas.

"When the time bell blows my heart
and I have scored a better day,
well nobody made this war of mine...
Oh mysteries of love
Where war is no more,
I'll be there anytime…”
Beth Gibbons, Mysteries.


¿Cuántos pensamientos pueden intercambiar dos miradas con el fuego de por medio?

Miles, si no es que millones.
Quizás el firmamento no podría abarcarlos.

En ciertos momentos (pero sobre todo ahora) cuando las tardes vuelven a ser grises, la lluvia constante purifica a los espíritus bucólicos y las emociones se estremecen, es cuando agradezco el hecho de ser capaz —aún estando vivo, y aún teniendo cuerpo—, de sentir.

No de anhelar un sentimiento, sino simplemente, sentir.
(Que es algo difícil para un Ser Humano).

¿Cuánta libertad debió quedar aprisionada dentro de nosotros, para lograr emanciparla con un par de miradas?

Y no. No tienes idea de cuán lejos puedo llegar y cuán libre puedo ser, mientras te observo. Va más allá de la piel que se eriza y los músculos que se yerguen, rígidos.

Pero es que, ¿te percataste que había fuego de por medio?
¿Será posible que vuelva a arder, y que luego nos consuma?

Ruego porque así sea.

sábado, julio 22, 2006

Elementos para una Historia Trágica.

“El hombre debe desear
La felicidad junto con el sufrimiento,
La conmoción tanto como el silencio.”
Hermann Hesse, Y si la guerra continúa.

En el comienzo estuvo Dios…

O más bien, estuvo el hombre con una idea distorsionada, imponente e inefable sobre Dios. [Primer gran error].

Quizás habría sido sucio y hasta descabellado pedirle a ese primer hombre simbólico (que en realidad eran comunidades de hombres y mujeres) que se cuestionara a sí mismo y hallase a Dios en su interior, así que resultó más cómodo situarlo en cualquier sitio apartado e hiperbóreo, manifestarlo sobre un arca de oro, clavarlo en una cruz, transubstanciarlo en una paloma blanca, representarlo como un arcángel de mil alas, y de innumerables modos más…

Así transcurrieron unos 5800 años y con ellos, unos 5800 errores. De los más inofensivos a los más aniquiladores.

Y en ese lapso, destaca un sinnúmero de personajes, hechos, acciones, datos, cifras, lugares, ambientes y atmósferas de los cuales se enuncia a continuación apenas un esbozo…

Abraham caminaba solo en el desierto y entonces Dios lo llamó/ De Abraham desciende el pueblo hebreo/ Abraham engendró a Isaac con su esposa Sara/ Abraham engendró a Ismael con Agar, quien era esclava de Sara/ su hijo Isaac fue ofrecido en sacrificio (según judíos)/ su hijo Ismael fue ofrecido en sacrificio (según musulmanes)/De Ismael desciende el pueblo árabe/ Canaán, territorio de idólatras y pueblos dispersos, era la Tierra Prometida/Durante siglos, hubo grandes guerras, grandes caudillos, grandes tragedias y grandes males/Moisés cruzó el Mar Rojo/ Doce tribus conformaron el reino de Israel/Salomón, sabio entre los sabios, construyó el Gran Templo de Jerusalén –posteriormente destruido, reconstruido y vuelto a destruir-, con ayuda del rey Hiram de Tiro (ciudad del actual Líbano)/ ¡Qué tiempos aquellos! /Israel sucumbió sucesivamente ante los Imperios de Asiria, Babilonia, Persia, Macedonia, Siria, Roma, Bizancio y el de los Otomanos/ En intersticios, hubo grandes revueltas, como la de los Macabeos/ Y también grandes gestas, como las Cruzadas/ Mahoma comenzó a predicar por mandato divino del arcángel Gabriel/Jesús predicó 700 años antes, en Galilea/ Y murió crucificado (aparentemente)/Mahoma ascendió a los cielos/ El arca de la alianza desapareció en algún momento álgido, (Jeremías la ocultó)/ Luego de morir crucificado, Jesús ascendió a los cielos (aparentemente)/ Lo mismo que el profeta Isaías, cientos de años atrás/ Salvo estos tres guías espirituales, nadie más asciende a los cielos de modo tan sospechoso/ Mahoma predicó El Corán, que constituye la base del Islam/Para otros, hay Nuevos y Viejos Testamentos/Y para otros más, la Torá y el Talmud/[Todos se complementan]/ El Apocalipsis es el fin de los Tiempos Cristianos/ Y el Armagedón, la Última Gran Batalla Celestial/ Lucifer no ha sido siempre el villano de la historia: han sido los propios hombres/ La idea de Dios —no Dios mismo— resulta bastante cuestionable: ha arrasado ciudades, provocado diluvios, enemistado razas, contradicho discursos proféticos…/En el Corán, la hora final de los Tiempos llegará cuando la luna se parta en dos/ Judíos: los hay sefardíes, azkenazíes, conservadores, liberales y reformados, a menudo unos contra otros/ Musulmanes: los hay chiíes y sunníes, a menudo unos contra otros/ Cristianos: los hay católicos, ortodoxos, protestantes, postcristianos y otros no alineados, a menudo todos contra todos/ Muro de los Lamentos: Ruinas del Templo destruido de Salomón/ Y sobre él, la Mezquita de la Roca, sobre la cual Mahoma ascendió a los Cielos/ Y a corta distancia: el Santo Sepulcro (que está vacío, ¡pero le rezan!)/ Guerras contra filisteos/ Guerras contra infieles/ Guerras contra cruzados/ Guerras contra moros/ Guerras contra sionistas/ Guerras contra todos/ Ídolos y redentores/ Sátrapa: Saddam Hussein y sus armas químicas/ Estúpido: George Bush y en su imaginación, las armas químicas de Saddam Hussein/ Diversos conceptos, un mismo territorio: Canaán, Israel y Judáh (luego sólo Israel), Palestina y Sión/ Países actuales de Oriente Medio: Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán, Iraq, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Qatar, Siria, Turquía y Yemen/ Intifada: levantamiento popular árabe-palestino contra Israel/ Yihad Islámica: Lucha contra los infieles/ Infieles: depende de qué credo se esté hablando/ Hezbolláh y Hamas: facciones islámicas de resistencia, a menudo pro-bélicas, en contra de Israel/ Personajes recientes: Yitzhak Rabin (asesinado), Yasser Arafat (finado), Emile Lahud (expectante), Mahmoud Abbas (determinante), Ariel Sharon (en coma), Ehud Ólmert (necio)…/ Proceso de paz: Término ingenuo que en la práctica suele estar estancado varios años o décadas y sólo retomarse por poco tiempo/ Acuerdos de Oslo de 1993: Actos de buena voluntad entre israelíes y palestinos, pero sólo eso/ Franja de Gaza: Tierra de la Discordia/ Líbano: país cuya realidad actual representa de modo magistral lo peor de la especie humana/ Alertas, sirenas y misiles: 10 días de bombardeos, miles de afectados, desplazados y refugiados, cientos de muertos y heridos…

Y tan sólo es el preámbulo de un nuevo episodio en la guerra que por más de 5800 años no ha cesado.

Los Pueblos del Libro no han escrito su Historia con tinta, sino con sangre, la sangre de la guerra interminable y la amenaza constante que se extiende hacia los discursos, las imágenes, los titulares, las fotografías y los pies de foto… Se escucha que hay sangre en todas partes, y justo allí, en un punto cualquiera, un ciudadano libanés declara:

“Hezbolláh tiene suficientes misiles
para acabar con Israel.
Y en el supuesto de que se agotasen,
ofrecería a mi hijo de seis años para que lo lanzaran”.

Escalofríos:
La guerra continuará.

sábado, julio 15, 2006

Dulce euforia.


“Time is never time at all,
You can never ever leave
without leaving a piece of youth
And our lives are forever changed
We will never be the same
The more you change the less you feel…”
Smashing Pumpkins, Tonight, tonight.

Todas las noches del mundo deberían comenzar con Tonight, tonight de los Smashing Pumpkins al unísono estentóreo, y con miradas lúbricas, que en pocos minutos abrieran paso a los instintos.

Y escuchando esa canción, te desnudaría el espíritu (tras hacerlo con el cuerpo, por supuesto).

“Believe, believe in me, believe
That life can change,
that you're not stuck in vain
We're not the same,
we're different tonight
Tonight, so brightTonight…”

Ajenos seres morbosos nos custodiarían de reojo (una vez más), las vulvas agitadas se estremecerían bajo las estrellas, y los bálanos furiosos, estarían a punto de estallar.

No debes ser egoísta: piensa que el cuerpo humano tiene más de 650 músculos, para concentrarte sólo en uno. (Pero demuéstrale tu dilección).

“We'll crucify the insincere tonight
We'll make things right,
we'll feel it all tonight
We'll find a way to offer up
the night tonight
The indescribable moments
of your life tonight
The impossible is possible tonight
Believe in me as I believe in you,
tonight.”

Ríe, gime… ¡Grita! Con una voz perfecta: como Billy Corgan, como Kurt Cobain, como Eddie Vedder, como Layne Staley, como Mark Arm, como Chris Cornell… ¡Eso mismo! Conviértete en Chris Cornell.

Y al final, observa muy de cerca cómo emanan eufóricos los torrentes blanquecinos: Surrealismo puro.

Esgrime una sonrisa, y piensa en una línea que te otorgue validez:

…Ya está: Bálanos y arpegios.

viernes, julio 14, 2006

El primer relato.

“When the last moon is cast
over the last star of morning
And the future has passed
without even a last desperate warning
Then look into the sky where through
the clouds a path is torn
Look and see her, how she sparkles,
it’s the last unicorn!”
America, The Last Unicorn.

¿Cómo sucedió?
¿Cuándo ideé mi primer relato?

Ahora que lo pienso, ni siquiera llegué a plasmarlo por escrito. Fue en 1986, un seis de enero. Una de esas mañanas mágicas en los 80’s que uno jamás desprende de su memoria. La mujer sin sonrisa debió esmerarse ahorrando para adquirirlo, o quizás sólo lo vio y pensó que me agradaría. Quién sabe, esos cuestionamientos se le regalan al azar —y conceden cierta emoción cuando no se analizan tanto—.

Era el castillo Playmobil (esa primera versión, con una torre del vigía y un pozo). Y por tanto, los primeros personajes de ese primer relato fueron los muñecos Playmobil, bastante bien conocidos por la gente de mi generación. Aún me sorprende un poco el pensar que tales juguetes de 7.5 cms de altura sean capaces de ejemplificar contextos humanos en tan diversas situaciones, conformando una gama cada vez más amplia de épocas, oficios, ocupaciones, estratos sociales, formas de vida, rasgos físicos, tonos de cabello, tez y complexión… Y luego creer que a lo largo de 32 años de circulación en el mercado, han pasado de ser juguetes a constituirse como piezas invaluables de colección, elementos de instalaciones, electrografías y fotomontajes, personajes de cómics, avatares en la red, atributos del diseño y la fotografía digital, e incluso actores manipulados de videos pornos…

Y todo esto, como una prueba magnífica de los alcances ilimitados en la imaginación.

Aún hoy en día, el castillo sigue en pie. —Mientras escribo estas líneas, puedo apreciarlo a un costado—, hace mucho dejó de ser un juguete y se convirtió en un testimonio de todas aquellas historias que la mente humana puede confabular. Y con ello, veinte años después, se ha vuelto un objeto de culto personal: pues allí se ubica el origen de todos los relatos.

En el fondo, y por muy pueril que parezca (o redundantemente pueril, más bien), envidio algo de los Playmobil: el hecho de que siempre muestren una sonrisa.

Es una lástima que al crecer se pierda ese sentido de la ingenuidad.

jueves, julio 13, 2006

Sublime.

“The city streets are wet again with rain
But I'm walkin' just the same
Skies turn to the usual grey
When you turn to face the day
And love don't show up in the pavement cracks
All my water colours fade to black…”
Annie Lennox, Pavement Cracks.

Caminar…

Ninguna otra acción provee de tanto sentido a la vida como caminar…

Caminar e ir dejando atrás las ruinas, los rastros se semen y las cenizas que se dispersan hasta desaparecer…
Caminar fotografiando imágenes, que en tardes ocres se vuelven cian…
Caminar sin virar la mirada, rozando al viento boreal...
Caminar y sacar provecho de los grandes aportes de esta tierra:
El olor a humedad y las tardes grises…
Caminar durante el ocaso, perdiéndome entre la luz y la oscuridad, y con la oscuridad, ser uno…
Caminar y observar las estrellas, apreciando la eternidad del universo efímero…
Caminar y entonar música: la de siempre, la que brinda consuelo y me lacera, cercenándome…
Caminar y pensar en aquellas generaciones de Seres Humanos que nos precedieron y que caminando, se extraviaron…
Caminar a medianoche, sorprendiendo a un gato y como él,
apreciando esta existencia…
Caminar encontrándome a mí mismo…
Caminar siendo un espíritu longevo con un cuerpo cansado…
Caminar rezándole al Dios Supremo que se oculta en uno mismo…
Caminar en cada instante que siempre es el primero, y también el último…
Caminar doblando en cada esquina, fluctuando entre el presente y el futuro…

Caminar despidiéndome, sin decir adiós.

martes, julio 11, 2006

El Gran Ausente (Syd Barrett ha muerto).

“I'm only a person whose armbands beat
on his hands, hang tall
won't you miss me?
Wouldn't you miss me at all?”
Syd Barrett,
Dark Globe.

No es de extrañarse que en un mundo donde la información fluye minuto a minuto de modo exorbitante, desordenado y a menudo confuso, pase de largo un hecho que trasciende el plano anecdótico para más de un incauto; donde diariamente se comenten miles de suicidios, violaciones y asesinatos, y algunos creyentes radicales estallan plácidamente sus vísceras o detonan bombas en estaciones del metro (como sucedió hace unas horas en Bombay), el fallecimiento tardíamente anunciado de una de las figuras más enigmáticas en la historia del rock, podría parecer un hecho irrelevante.

Sin embargo, no lo es: Syd Barrett ha muerto.

Y la noticia me lleva a pensar de inmediato —y por antonomasia— en todos aquellos pinkfloydianos con quienes he compartido innumerables ocasos y trasnoches de cerveza durante los últimos años. Pienso también en todos los héroes improvisados, los falsos ídolos que (sobre todo) en estos días se convierten de la noche a la mañana en rostros inmaculados de revistas y en serigrafías de playeras veraniegas.

Y entonces deduzco que la imagen de Syd no podría mostrarse ahí.

Lo concibo más bien como un gran ausente, un críptico misterio que va más allá de la parafernalia melómana de Pink Floyd y lo que representa para sus seguidores, —esa clase de personas quienes nunca nos hemos alineado con banditas sesenteras como los Fab Four ni sus secuaces, quienes solemos navegar al margen de las grandes tendencias e incluso una que otra vez, a contracorriente—.

Pienso también en su legado, en The Pipers of the gates of dawn como un album que debe escucharse al momento del alba en cualquier década postrera, en las letras deprimentes de The Madcap Laughs, en Opel, en las posteriores alineaciones de Pink Floyd, en Waters como un virtuoso fundamental —pero nunca tan alucinante—, en Gilmour, en las canciones icónicas que estos últimos le compusieron (Brain damage, Shine on your crazy diamond, Wish you were here,…), en lo bien atinado que fue observar a cuatro integrantes de la agrupación hace un año durante el cierre del Live 8, y en lo que habría sido orgásmico: ver a Barrett reunido de nuevo con el grupo. Pero el habría, como el hubiera, jamás existieron.

La noticia difundida hoy (a cuatro días del deceso), sólo confirma una tesis personal: que los verdaderos ídolos de nuestro tiempo pasan sus últimos días en el anonimato y luego mueren -casi- de manera imperceptible, renegando de su pasado y alucinando un futuro que desde hace mucho se ausentó.

Algunos sucesos que acontecieron, simplemente, jamás se repetirán.

Y en ese transcurso, los días suceden desordenados, las noches y los decesos prosiguen con flujos de confusa desinformación…

Oh, How I wish you were here.

lunes, julio 10, 2006

Xalapa, entre la Atenas y el Apenas.

Tan sólo nombrar a Xalapa es aludir a dos ideas preconcebidas en el imaginario popular: la de ‘Atenas Veracruzana’ y ‘Ciudad de las Flores’. Sin embargo, en la cotidianidad de quien radica o se alberga durante algunos días en la ciudad, notará que de Atenas tiene poco y de flores, nada más marchitas o de imitación. Si bien es cierto que la urbe se ha ganado cierto prestigio gracias a una intensa actividad cultural, misma que fluye y se disemina en selectos círculos de la petulante élite regional y de la burocracia cultural en turno (que a fin de cuentas vienen a ser lo mismo), Xalapa subsiste entre la MEDIANÍA y la MEDIOCRIDAD.

La primera, que le otorga el ser tanto histórica como actualmente una ciudad de paso, de caravanas y viajeros, de talentos jóvenes que tras lograr cierto reconocimiento en pequeños gremios ‘subculturales’ deben emigrar; porque en Xalapa todo aquello que no va acorde con los eventos y festivales organizados e impuestos por las Instituciones, (léanse las temporadas de conciertos de la Orquesta Sinfónica, las exposiciones organizadas por el irreverente Instituto Veracruzano de la Cultura y los festivalitos suntuosos del DIF Estatal como la Cumbre Tajín), supone una ‘subcultura’, una serie de expresiones que se mantienen al margen de los programas oficiales y que por lo tanto, caen en terrenos de lo ‘alternativo’ e ‘independiente’ —aunque nada tengan de alternativo y en realidad, dependan en buena medida del Estado para lograr apoyo y difusión.

Y la segunda alusión, la mediocridad, como suele suceder en este ruinoso país, deviene en un juego de complicidades y compadrazgos entre gobernantes y gobernados. Unos representados por las autoridades culturales, administradores —nunca gestores— de la cultura, cuyo mérito radica sólo en engrosar el ya de por sí flatulento aparato gubernamental, cobrando salarios exorbitantes, cortando listones, asistiendo a las galas para aromatizar (agriar) el ambiente con sus olores. Y otros, los creadores favorecidos por becas y estímulos durante los últimos regímenes veracruzanos, o sea, una veintena de artistas sobrevalorados, quienes oscilan en un rango de edades que va de los cuarenta a los sesenta años. Ah, eso sí, ¡son incuestionables! Son los consagrados, los contemporáneos, los vanguardistas, los representantes de la ruptura… Como si estos términos aún lograsen marcar pautas artísticas, siendo que estuvieron en boga hace más de treinta años.

Pero, ante todo, debemos recordar que Xalapa es parte de La Gran Provincia, y por tanto, el tiempo transcurre más despacio.

La ciudad, asentada al pie de las grandes montañas, posesa de un paisaje y una vegetación exuberante con clima predominantemente húmedo —aunque a decir verdad, en Xalapa sólo existe algo más inestable e impredecible que un xalapeño: su clima—, y dominada por un suelo escarpado, otrora un conjunto de lomeríos, está más verde a nivel cultural de lo que muchos podrían pensar.

La crítica y el periodismo culturales son aún básicos, silvestres. La administración toma en cuenta (de mala gana) al ámbito cultural, lo difunde, se sirve de él para alentar el discurso político —que en Veracruz es tanto más bochornoso que el del resto del país—, pero no lo academiza.

Y la Gestión Cultural constituye un incipiente terreno baldío, aún inexplorado y de alcances perturbadores para quienes ostentan cargos vitalicios de galeristas, curadores e investigadores de la Cultura sin ser ni lo uno, ni lo otro. A propósito, si se da una vuelta por la ciudad, visite el Parque Central (Benito Juárez), la terraza panorámica y los dos espacios culturales que alberga.

En Xalapa, recorrer el Centro Histórico —llamado así desde hace pocos años, a raíz de esa fiebre noventera por conformar patronatos preocupados por rescatar el patrimonio que poco antes descuidaban o destruían—, implica reconocer y familiarizarse con la Identidad Cultural citadina. Partiendo de la Plaza Central, donde se aprecia la singular catedral con su torre inconclusa, hacia el barrio de Xallitic, el pintoresco callejón del Diamante (punto medular de referencia y encuentro), la zona de los Lagos o inclusive visitando las ciudades y pueblos aledaños (Coatepec, Xico, Naolinco…) uno se percata del tipo de gente que da vida —es un decir, pues más bien la quitan—, a estas poblaciones: comerciantes, estudiantes, maestros, burócratas, turistas y esa clase de personas públicas de quienes uno suele preguntarse cuál es su oficio y/o beneficio sin obtener una respuesta contundente.

El hecho de que universidades públicas, privadas y centros educativos hayan fincado su residencia en Xalapa (muchos de estos convirtiéndose en atractivos negocios familiares), ha implicado un crecimiento notable en el flujo de estudiantes que periódicamente se establecen en la ciudad. Sin embargo, lejos de que las Instituciones Culturales oficiales promuevan expresiones artísticas acordes con los tiempos y tengan una visión de acaparar a estos públicos de jóvenes, se han atrincherado en sus recintos. Existe una carencia de espacios adecuados, una atención reticente y limitada, pero sobre todo, un interés nulo de las autoridades xalapeñas para albergar y presentar propuestas culturales ‘frescas’: las que implican y apuestan por la multidisciplinaria, el arte experimental, el arte digital y los nuevos medios, por citar meros ejemplos. De aquí se deduce que
EN XALAPA EXISTE MUCHO DE LO MISMO, PERO POCO DE LO NUEVO.

Esto ha dado pie a que el ambiente cultural ‘alternativo’ e ‘independiente’ se haga presente y notorio en la región, expandiéndose y diversificándose rápidamente, hecho que resulta justificable y francamente necesario.

Sin embargo, dicho ambiente se encuentra desarticulado. A pesar de que Xalapa se ha visto enriquecida con un buen número de espacios culturales durante los últimos años (foros y galerías independientes, cafés de arte, bares/lounges alternativos,…) Y de que estos han sido los responsables de presentar, exponer y divulgar la obra de jóvenes noveles, tanto xalapeños como provenientes de otras ciudades y del extranjero, no se puede hablar de un gremio ‘alternativo’ organizado, cohesionado como tal para perseguir fines comunes. Aunque el término ‘alternatividad’ presupone ser tolerante e incluir una diversidad ilimitada de expresiones, éstas no deben ser siempre dispersas.

En realidad quienes promueven la Cultura en Xalapa (o más bien, quienes pregonan su idea de ‘Cultura’, que siempre es respetable pero nunca compartida), tanto las instituciones oficiales como los grupos disidentes y ‘alternativos’, están más pendientes de sus bolsillos y de su divismo perpetuo. ¡Ah!, porque el divismo de los creadores xalapeños es exquisito e inigualable: con eso de que vivimos entre la tierra caliente y la tierra fría, la altitud nos ha dotado de una doble moral recatada y elocuente durante el día que deviene en amoralidad disoluta y omnisexual durante la noche).

Conociendo tan bien el terruño, no es de extrañarse que la esfera cultural xalapeña siga anquilosada y cada vez más borrada de la agenda gubernamental. A muchos nos da la impresión de que así como una torre de la catedral siempre ha estado inconclusa, constituyéndose como falso enigma y mostrando sólo unos muñones, así se encuentra el arte y la cultura de los jóvenes en la ciudad: sugerida, pero no presente, aguardando su momento,
aspirando a ser valorada por lo que es y no por lo que podría llegar a ser.