"Now in my solitude
I tend the flowers that I buy
As they slowly fade and die
Watered by the tears I cry".
Scott Walker, Angelica.
De viaje en el autobús, bordeando las aguas gélidas del Océano Pacífico e internándome en las montañas nevadas, me he tomado unos minutos para escribirte.
Desde que arribé a este sitio, me aborda el sentimiento extraño de que pertenezco a este lugar.
Existe una energía indescriptible (y una magia) en estas tierras. Por primera vez en varios años, quizás sólo comparable a las tardes cuando el viento frío del Norte inquietaba nuestras tierras montañosas, me siento satisfecho, en paz conmigo mismo. Creo que mi Dios, (que es toda esa energía natural que nos permite ser capaces de transmitir vida, compartirla y apreciarla en cada ser viviente), mora cerca de aquí, bajo las auroras boreales.
Pienso mucho en tí y me gustaría que vieras estos paisajes con tus propios ojos, que me abrazaras, me cubrieras y te sentaras junto a mí. Pienso en tí, en todo momento. Traigo a la mente esas tardes soleadas de playa en 1985... Cada vez que recuerdo esas imágenes, me doy cuenta que era un tipo muy feliz, estando contigo. Si tuviera que perpetuar una imagen asociada contigo en mi memoria, sería precisamente ésa.
Pienso también en todas las espirales que han dado cauce a mi vida a lo largo de estos años, y en todas las personas que sabiéndolo, o sin saberlo, me han traído hasta aquí. (También en aquellas quienes de mal modo, me lastimaron y me dieron la espalda). Pienso en todos ellos, por un instante... Y de verdad, a todos ellos les agradezco.
Ahora, (aunque sea por un momento y desde aquí), soy capaz de sonreír y valorar un instante como éste, con esa energía que me diste hace 26 años y que justo ahora, se fusiona con el entorno.
Me entristece un poco, y me brotan lágrimas al saber que no estás físicamente aquí, pero en el fondo, sé que no es así: esa misma energía que nos une, y nos hace ser tan parecidos, brota en este lugar. A través de mis ojos puedes ver y a través de mis líneas puedes imaginar este sitio, (incluso podrías pensar que tienes 26 años de nuevo y te detienes frente al Océano, para apreciar el camino hacia las montañas nevadas, y pintas una imagen sobre el lienzo, como solías hacer años atrás: del cadmio al malva, del cian al blanco...
De cierta forma, estás en cada parte de mí: en el olor a humedad, en el viento fresco que sopla y se interna en el bosque lluvioso... Estás conmigo siempre, porque la vida está aquí.
Cuando llegue el momento de distanciar nuestros cuerpos definitivamente, deberás alegrarte aún más: porque seremos más fuertes y nuestros espíritus caminarán juntos, primero en nuestro viejo bosque de niebla, y después aquí, en el bosque lluvioso.
Por ahora, y a unos cuantos kilómetros de lejanía, te doy gracias por estar aquí, y por internarte en estas líneas.
lunes, abril 16, 2007
lunes, abril 09, 2007
Y por qué no.
"Now I know that I don't want to be alone today
So if you find that you've been feeling just the same
Call me now it's alright
It's just the end of the world
You need a friend in the world
'Cause you can't hide
So call and I'll get right back
If your intentions are pure
I'm seeking a friend for the end of the world"
Chris Cornell, Preaching the end of the world.
Por cinco años, la niebla ha cubierto nuestras ciudades, helando la tierra que hemos pisado una y otra vez. El viento ha soplado en todas las direcciones posibles, obnubilando nuestra visión... La felicidad efímera se ha recostado unos instantes, para marcharse al amanecer.
Cinco años que comenzaron una mañana triste, con los truenos de una tempestad que nunca llegó, descargando su lluvia torrencial durante los años subsecuentes.
Por un instante, como en un torbellino, todas las emociones se conjugan y cobran coherencia en la memoria, superando todos los acontecimientos que han sobrevenido en estos años: lo mismo las noches sexosas de incontables fluidos corporales, que los momentos más introspectivos en las montañas, rodeado de letras, velas e incienso. Y en todo momento, aquellas vivencias desearían ser una sola (y sólo una), viéndome caminar bajo la bruma de otoño, en l compañía de alguien más.
La noticia de Biógrafa Chú me ha crispado
más de lo que hubiese podido imaginar.
¿En qué condiciones, después de caminar solitario por las calles del mundo, un Ser Humano decide que es tiempo de detenerse, cambiar el sentido de sus pasos y continuar su brecha en compañía de otro?
Más allá de heridas y lágrimas, huellas y orgasmos que cualquier incauto hubiese sido capaz de conceder, dos personas están ahí, unidas bajo una misma silueta, al borde del abismo, a salvo y en dirección a las tierras donde la niebla y la melancolía se comparten… Viendo hacia el mismo punto.
Nunca había sucedido a alguien tan cercano.
Una ruptura, una partida, un funeral... Son eventos comunes en mi vida.
El reencuentro y la fusión de dos espíritus, no.
Es como abrir la ventana una noche de viento y estrellas, como presenciar los fuegos de pirotecnia iluminando el espacio sideral, como brindar refugio a un gato perdido en invierno, como escuchar el par de voces en "Interlude" mientras se abraza a alguien más que está dormido…
Es una sensación extraña, casi olvidada, que susurra una palabra:
“Esperanza”.
Cinco años.
De caminar por las calles del mundo narrando lo que sucede en él. De capturar la esencia de cada momento y de cada vivencia. Cinco años de ansiar.
...Cinco años después, aún puedo regresar el tiempo en mi memoria, regresar al mismo sitio, escuchar el mismo disco, incluso entonar la misma canción:
"I've got a photograph, I'll send it off today
And you will see that I am perfectly sane
Not for a lifetime, or forever and a day
'cause we know now that just won't be the case
There will be no commitment and no confessions
And no little secrets to keep
No little children or houses with roses
Just the end of the world and me
'cause all has been gone and all has been done
And there's nothing left for us to say
But we could be together as they blow it all away
And we can share in every moment as it breaks..."
Algunas veces las palabras no existen para expresar una historia que concluye,
Y continúa.
Biógrafa Chú sabe más al respecto.
Yo aguardo en el portal de la luz y la oscuridad, como todos los seres duales.
So if you find that you've been feeling just the same
Call me now it's alright
It's just the end of the world
You need a friend in the world
'Cause you can't hide
So call and I'll get right back
If your intentions are pure
I'm seeking a friend for the end of the world"
Chris Cornell, Preaching the end of the world.
Por cinco años, la niebla ha cubierto nuestras ciudades, helando la tierra que hemos pisado una y otra vez. El viento ha soplado en todas las direcciones posibles, obnubilando nuestra visión... La felicidad efímera se ha recostado unos instantes, para marcharse al amanecer.
Cinco años que comenzaron una mañana triste, con los truenos de una tempestad que nunca llegó, descargando su lluvia torrencial durante los años subsecuentes.
Por un instante, como en un torbellino, todas las emociones se conjugan y cobran coherencia en la memoria, superando todos los acontecimientos que han sobrevenido en estos años: lo mismo las noches sexosas de incontables fluidos corporales, que los momentos más introspectivos en las montañas, rodeado de letras, velas e incienso. Y en todo momento, aquellas vivencias desearían ser una sola (y sólo una), viéndome caminar bajo la bruma de otoño, en l compañía de alguien más.
La noticia de Biógrafa Chú me ha crispado
más de lo que hubiese podido imaginar.
¿En qué condiciones, después de caminar solitario por las calles del mundo, un Ser Humano decide que es tiempo de detenerse, cambiar el sentido de sus pasos y continuar su brecha en compañía de otro?
Más allá de heridas y lágrimas, huellas y orgasmos que cualquier incauto hubiese sido capaz de conceder, dos personas están ahí, unidas bajo una misma silueta, al borde del abismo, a salvo y en dirección a las tierras donde la niebla y la melancolía se comparten… Viendo hacia el mismo punto.
Nunca había sucedido a alguien tan cercano.
Una ruptura, una partida, un funeral... Son eventos comunes en mi vida.
El reencuentro y la fusión de dos espíritus, no.
Es como abrir la ventana una noche de viento y estrellas, como presenciar los fuegos de pirotecnia iluminando el espacio sideral, como brindar refugio a un gato perdido en invierno, como escuchar el par de voces en "Interlude" mientras se abraza a alguien más que está dormido…
Es una sensación extraña, casi olvidada, que susurra una palabra:
“Esperanza”.
Cinco años.
De caminar por las calles del mundo narrando lo que sucede en él. De capturar la esencia de cada momento y de cada vivencia. Cinco años de ansiar.
...Cinco años después, aún puedo regresar el tiempo en mi memoria, regresar al mismo sitio, escuchar el mismo disco, incluso entonar la misma canción:
"I've got a photograph, I'll send it off today
And you will see that I am perfectly sane
Not for a lifetime, or forever and a day
'cause we know now that just won't be the case
There will be no commitment and no confessions
And no little secrets to keep
No little children or houses with roses
Just the end of the world and me
'cause all has been gone and all has been done
And there's nothing left for us to say
But we could be together as they blow it all away
And we can share in every moment as it breaks..."
Algunas veces las palabras no existen para expresar una historia que concluye,
Y continúa.
Biógrafa Chú sabe más al respecto.
Yo aguardo en el portal de la luz y la oscuridad, como todos los seres duales.
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lunes, abril 02, 2007
El sexo y la luna llena de abril.

"There's a path stained with tears.
Could you talk to quiet my fears?
Could you pull me aside,
just to acknowledge that I tried?
And as your last breath begins,
contently take it in,
because we all get it in
the end".
Justin Bond, In the End.
Masturbación al instante de despertar,
Luego un tedioso día de trabajo,
Después, una amena felación en el bar
y por la noche, antes de escribir y caminar por la ciudad,
un trío.
El sexo como un complemento de todos los momentos de la vida –nunca como eje axial–, como base imprescindible de la personalidad, de los recuerdos y los anhelos, como detonador de las emociones e instrumento de inspiración...
El sexo como parte de la vida, musa para el intelecto y alimento para el espíritu: eso mismo pensé cuando vi Shortbus, este fin de semana. No sólo eso: celebré la historia de John Cameron Mitchell (tanto como a Hedwig and the Angry Inch), por utilizar al sexo como elemento de cohesión entre los personajes, no como única razón para contarla.
Celebré Shortbus poque me vi reflejado en uno de sus personajes, y como él, también ansío ese sentido de vivir con "reciprocidad". En cada masturbación, en cada felación, en cada noche con luna o sin ella, (pero en especial), cada noche de luna llena.

martes, marzo 27, 2007
Parques de penumbra y ensueño.
Éste es el parque de nuestros días, en pleno marzo de 2007.
No sólo es un parque: es el sitio donde diariamente confluyen relatos de esparcimiento y agonía, de misterio y deseo sexual, donde los paseantes se relajan, conversan o practican 'cruising'. Cualquier parque de nuestro tiempo ofrece una amplia cantidad de actividades inimaginables.
En todas las épocas, numerosos escritores dilectos han utilizado a los parques para relatar la vida de sus personajes, (o la han concebido allí): De Proust a Zweig, de Cioran a Twain, de Salinger a Stephen King, de Cortázar a Bret Easton Ellis.
Los parques son, entonces, majestuosos cementerios donde se ausenta nuestra vitalidad en cada segundo. Son principios y finales, refugios para los gatos, sitios recurrentes para los sueños, moradas habituales para la muerte.
Cierto día, hace más de veinte años, tomé un libro y lo hojeé: había una imagen, una pintura surrealista. Mostraba a un gato en un parque misterioso.
Y a partir de ese momento, supe que algún libro, algún gato y algún parque serían constantes que guiarían mis años sucesivos. No sólo eso: también supe que sería un autor, y luego un personaje.
Al final sólo sería un sujeto desconocido inmerso en el sueño de alguien más.
Resulta tierno y conmovedor escribir estas líneas, imaginándote.
...Y bastante ingenuo,
recordar que no existes.
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miércoles, marzo 21, 2007
El atardecer del viento providente.
"In your jealous mind
You've got to lose
The weight of the wind
Hard on your shoulders
Getting you down
The one that you love
Will never be found".
a-ha, The weight of the wind.
El martes 20 de marzo, a las 18:07 hrs., inició oficialmente la primavera en el Hemisferio Boreal. Justo tres horas antes, y durante veinte minutos, un viento atroz azotó la ciudad, de esquina a esquina.
Los árboles se cimbraron al tiempo que las cúpulas de los santuarios, grandes torres de cantera y edificios de cristal y acero, se balanceaban de un lado a otro...
Las campanas tañeron solas.
Algo perturbó las mentes citadinas en ese lapso: una invocación solemne, o tal vez una acertada maldición.
Las tumbas y las criptas de los vetustos cementerios, crujieron.
Mientras tanto, a lo lejos, cruzando el valle central e internándose en el Bosque Sagrado de Niebla, tres sombras atemporales se regocijaban, apreciando la energía libertadora que fluye a través del universo, como ese extraño y siniestro viento previo a la primavera.
"Después de mí
el viento del Norte se ausentará del mundo,
y con él, la Libertad tendrá un amigo a quién extrañar".
You've got to lose
The weight of the wind
Hard on your shoulders
Getting you down
The one that you love
Will never be found".
a-ha, The weight of the wind.
El martes 20 de marzo, a las 18:07 hrs., inició oficialmente la primavera en el Hemisferio Boreal. Justo tres horas antes, y durante veinte minutos, un viento atroz azotó la ciudad, de esquina a esquina.
Los árboles se cimbraron al tiempo que las cúpulas de los santuarios, grandes torres de cantera y edificios de cristal y acero, se balanceaban de un lado a otro...
Las campanas tañeron solas.
Algo perturbó las mentes citadinas en ese lapso: una invocación solemne, o tal vez una acertada maldición.
Las tumbas y las criptas de los vetustos cementerios, crujieron.
Mientras tanto, a lo lejos, cruzando el valle central e internándose en el Bosque Sagrado de Niebla, tres sombras atemporales se regocijaban, apreciando la energía libertadora que fluye a través del universo, como ese extraño y siniestro viento previo a la primavera.
"Después de mí
el viento del Norte se ausentará del mundo,
y con él, la Libertad tendrá un amigo a quién extrañar".
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domingo, marzo 11, 2007
El momento del poeta.

"En mi vida siempre es otoño,
y siempre es medianoche".
IvánBarr.
Escaleras. Miles de seres ascendiendo, como en el sueño de Jacob, como en los grabados de Maurits Cornelis Escher...
Cementerios ancestrales, santuarios, lápidas y criptas relucientes bajo millones de estrellas imposibles, que estallan cuales artificios de pirotecnia en una noche eterna...
Ambos sueños compartidos en un instante que va del orgasmo lúbrico al espiritual.
Entre los creadores de ambos sueños, se enciende una flama: la del fuego que recorre las calles en un par de miradas, perdidas en la distancia, unidas por suerte y por destino.
La identidad de un país se refleja en la actitud con que su gente recorre las calles: buscando consuelo, despreocupándose, ensimismándose en pensamientos surrealistas.
Cuánta diferencia: Las calles de mi país se poblaban de abstracciones sin sentido, de escarnio, abulia y miseria.
Ahora, incluso esas calles han quedado atrás, siendo relegadas por majestuosas avenidas de tonos grises y ocres, donde los espíritus copulan con el viento boreal, olvidándose del tiempo.
Es un arte caminar por Norteamérica anhelando Europa, y reinventar Europa, extrañando Norteamérica.
Este domingo la vida me ha despertado ofrenciendo un tributo elégico: con el sonido de la lluvia, los truenos de una tempestad, y una sensación inaudita de libertad.
Como si fuera medianoche, como si fuera otoño.
Como si la vida misma, en realidad, existiera.
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viernes, marzo 09, 2007
E-bow the letter.

All of you and all of me
Fluorescent and starry
Some of them, they surprise.
I can't look it in the eyes
Seconal, spanish fly, absinthe, kerosene
Cherry-flavored neck and collar
I can smell the sorrow on your breath
The sweat, the victory and sorrow
The smell of fear, I got it".
R.E.M. & Patti Smith, E-bow the letter.
Por un momento, sería bueno recuperar toda aquellas emociones que se quedaron olvidadas en una esquina. Bajo las sábanas de una cama azul, en un tapanco. La emoción de arribar a la ciudad y perderse en la lejanía, difuminado con los tonos girses del pavimento.
Recuperar la sensación de escuchar 'E-bow the letter' por primera vez, a las tres de la mañana, en el asiento trasero de un autobús.
Por un momento, también sería bueno redescubrir todos aquellos detalles que dotan de validez al mundo, descarnando sus tejidos: las frases sardónicas de Emily The Strange, por ejemplo.
Puede suceder.
Gheesh ha vuelto esta semana. Y como es costumbre, sobreponiéndose al transcurso de los meses y los años, es capaz de influir en una historia, en un relato, en el post de un blog.
Es la personificación de los ideales y las ilusiones... Sin estar aquí.
"Nearer, nearer
Over, over, over, over
Yeah, look over
I'll take you there...
There, there, baby, yeah".
sábado, marzo 03, 2007
Confesiones: El eclipse total de luna.

"Still falls the rain."
Annie Lennox, Love song for a vampire.
Durante noches como ésta, evoco varios momentos: recuerdos distantes, emociones perdidas, experiencias remotas.
El calor comienza a dejarse sentir en la ciudad, y con él, esa sensación de no formar parte del mundo, pues la parte del mundo que yo anhelo, es fría.
Éste sólo es el preámbulo del año más caluroso jamás registrado en Occidente.
Pienso en la falta de vivencias válidas: en cómo las emociones que antes nos estremecían y nos doblegaban llegan a convertirse en parte de la vida cotidiana y pronto se olvidan con el transcurso de los días.
Recuerdo, por ejemplo, las noches cálidas haciendo el amor, sudando, secretando fluidos, percibiendo esa energía compartida que como Seres Humanos nos vuelve tan sensibles y a la vez nos concede fortaleza.
De esas noches a la fecha, muchos acontecimientos han sobrevenido en un mundo que, haciéndonos partícipes de su historia, nos convirtió en sus adalides: separándonos, enseñándonos a olvidar y a guardar rencor, alejándonos para después burlarse, haciéndonos creer que recuperábamos los momentos perdidos con señuelos espurios, caminando a prisa en calles pobladas por millones de seres ausentes, durante noches que se han vuelto interminables.
Precisamente, una de esas noches observé la luna: era tan roja como si hubiera derramado toda la sangre que aún me brindaba vitalidad para mantener cercano tu recuerdo. Pero minutos más tarde era gris, como tu ausencia.
Ahora sólo te traigo a la mente cuando necesito sentirme acompañado, cuando camino solo, a medianoche. Cuando el viento sopla con fuerza luego de un día caluroso en la ciudad y de modo apenas visible, se lleva partes de mí. Cuando la luna es roja y, por unos instantes, me hace creer que te encuentras cerca.
Cuando cae la lluvia.
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Observación Celeste
viernes, marzo 02, 2007
Notas sobre la libertad/El refugio de la soledad.
"Come to decide that the things that I tried
Were in my life just to get high on,
When I sit alone come get a little known
But I need more than myself this time,
Step from the road to the sea to the sky
And I do believe that we rely on,
When I lay it on
Come get to play it on
All my life to sacrifice
Hey oh listen what I say oh
I got your
Hey oh now listen what I say oh..."
Red Hot Chili Peppers, Snow (Hey Oh).
Desperté y supe que habías estado aquí.
Fue bueno sentirte y recordarte, tenerte cerca... Escuchar tu respiro.
Encendí el televisor y otra vez allí estabas, estremeciéndote con la misma sensación que nos invadía años atrás.
De nuevo era 1999 y caminábamos juntos por el boulevard, bordeando el Golfo...
Te camuflajaste en cada amigo que vino a mí para emanciparme, y luego eras el viento fúrico del otoño, eras el vino y el ajenjo, eras un gato a medianoche, eras el semen: eras cada eyaculación de madrugada.
Puse atención al televisor: te observé.
Eras Anthony Kiedis cantando "Snow (Hey Oh)", mientras yo entraba en un pub al pie de la montaña y pedía una cerveza, en un sitio lejano, donde cada rostro estaba dispuesto a contar su historia.
Eras cada historia, y yo era la voz...Eras la LIBERTAD.
Y luego no eras nada, sino soledad.
Desperté de nuevo.
Y no había nadie junto a mí.
Dolió mucho, (porque no existías.)
Fue así como comprendí que cada recuerdo de soledad duerme y despierta penetrando a cada anhelo de libertad.
Sucedió realmente, desde el refugio donde los espíritus no son capaces de pronunciar su propio nombre, y mucho menos, el de quienes se han ausentado en el camino.
...Y sucedió un primer viernes mágico de marzo.
Were in my life just to get high on,
When I sit alone come get a little known
But I need more than myself this time,
Step from the road to the sea to the sky
And I do believe that we rely on,
When I lay it on
Come get to play it on
All my life to sacrifice
Hey oh listen what I say oh
I got your
Hey oh now listen what I say oh..."
Red Hot Chili Peppers, Snow (Hey Oh).
Desperté y supe que habías estado aquí.
Fue bueno sentirte y recordarte, tenerte cerca... Escuchar tu respiro.
Encendí el televisor y otra vez allí estabas, estremeciéndote con la misma sensación que nos invadía años atrás.
De nuevo era 1999 y caminábamos juntos por el boulevard, bordeando el Golfo...
Te camuflajaste en cada amigo que vino a mí para emanciparme, y luego eras el viento fúrico del otoño, eras el vino y el ajenjo, eras un gato a medianoche, eras el semen: eras cada eyaculación de madrugada.
Puse atención al televisor: te observé.
Eras Anthony Kiedis cantando "Snow (Hey Oh)", mientras yo entraba en un pub al pie de la montaña y pedía una cerveza, en un sitio lejano, donde cada rostro estaba dispuesto a contar su historia.
Eras cada historia, y yo era la voz...Eras la LIBERTAD.
Y luego no eras nada, sino soledad.
Desperté de nuevo.
Y no había nadie junto a mí.
Dolió mucho, (porque no existías.)
Fue así como comprendí que cada recuerdo de soledad duerme y despierta penetrando a cada anhelo de libertad.
Sucedió realmente, desde el refugio donde los espíritus no son capaces de pronunciar su propio nombre, y mucho menos, el de quienes se han ausentado en el camino.
...Y sucedió un primer viernes mágico de marzo.
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domingo, febrero 18, 2007
El vuelo feliz de Bastián.
"Bastián saltó al agua cristalina, se sumergió en ella, resopló, salpicó y dejó que una lluvia de gotas centelleantes le corriera por la boca. Bebió y bebió hasta calmar su sed. Y la alegría lo llenó de la cabeza a los pies, alegría de vivir y alegría de ser él mismo. Porque ahora sabía otra vez quién era y de dónde era. Había nacido de nuevo. Y lo mejor era que quería ser precisamente quien era. Si hubiera tenido que elegir una posibilidad entre todas, no hubiera elegido ninguna otra. Porque ahora sabía: en el mundo hay miles y miles de formas de alegría, pero en el fondo todas son una sola: la alegría de poder amar."
Michael Ende, La Historia Interminable.
1984.
El año perpetuado por George Orwell en el imaginario colectivo de nuestros días, distó mucho de ser, en la vida cotidiana, la distopía anunciada previamente con vehemencia.
En 1984 (tal como ahora), las calles y los ciudadanos del mundo subsistían mediando entre la civilización y la barbarie, apresurando sus pasos, doblando en las esquinas del planeta y con ello, virando el curso de su existencia.
1984 pudo haber sido un año como cualquier otro (y para millones de personas, seguramente lo fue), de no ser por una serie de imágenes, secuencias fílmicas y vivencias que dotaron de un primer sentido a mi existencia.
Producto de un híbrido majestuoso de literatura fantástica y cinematografía, el otoño de 1984 mostró a Bastián Baltasar Bux, protagonista de La Historia Interminable, surcando los cielos carmines a bordo de Fújur, el Dragón de la Suerte, sobre el barrio de Gastown.
Entre todas las historias habidas y por haber en este mundo, entre todos los relatos, crónicas, leyendas, novelas y demás textos narrativos, la idea de cruzar la esquina de Gastown emergió y se consolidó, a partir de entonces, (y por fijación personal), en el "ombligo de todas las historias", y en el epicentro de mi corpus literario.
De todas las esquinas que existen en el mundo, y que al doblar modifican el curso de los acontecimientos, la del Hotel Europe, en Gastown, se convirtió en un anhelo personal.
Hoy, el peregrinaje que de modos inesperados me ha conducido a parajes distantes, de pronto me situó en "La Esquina Cero".
A unos pasos, se levantaba, frente a mí, el Hotel Europe. El tiempo se detuvo: el pasado y el futuro confluyeron en un presente perfecto. No era 1984, ni tampoco era 2007: era el instante poseedor de todos los instantes, el momento único, el orgasmo espiritual.
De todas las postales que almaceno en mi memoria, ésta es, seguramente, la que ocupa un sitio primordial.
He aquí, la vida.
Al fin.
Y ahora me muestro al mundo, por un instante, con alegría.