jueves, octubre 04, 2007

El trayecto.


"Rows of houses, all bearing down on me
I can feel their blue hands touching me
All these things into position
All these things we'll one day swallow whole
Fade out again, Fade out."
Radiohead, Street Spirit (Fade Out).

Como he mencionado anteriormente, existe una serie de factores que se conjugan esta temporada del año (sólo en ciertas regiones montañosas), los cuales transmiten ciertos estados anímicos, demasiado intensos: la niebla otoñal, la brisa fría, la humedad y el olor a leña.

Esta tarde, mientras recorría una carretera, fijé la mirada y la mente en todas las locaciones que se encontraban tras la ventanilla -y a la vez en ninguna-. Dicha acción me produjo una serie de sentimientos encontrados que aún me embargan:

Vi a varios sujetos caminando hacia su hogar, todos cabizbajos.
Personas esperando el próximo autobús, agobiados por la rutina de sus vidas.
Jóvenes corriendo, ilusionados por un futuro que jamás llegará,
ancianos sentados al borde de la carpeta asfáltica, con la mirada perdida.
Y un caballo cansado con una enorme carga sobre el lomo,
andando con un semblante de tristeza.

¿Tiene caso vivir de tales formas?
¿Tiene sentido divisar esas imágenes?
¿Es todo lo que queda cuando el tiempo se convierte en un látigo que fustiga los sentidos, trayendo de vuelta una llaga escondida en la memoria?

Tras la puesta del sol, todas las personas se apresuraron a encender velas y linternas, remover la leña, aproximarse a la luz eléctrica...

Como si eso atrajera un poco de regocijo y compasión a su existencia.

miércoles, octubre 03, 2007

Búsqueda de la última emoción (antes del fin del mundo).

"The stranger sang a theme
From someone else's dream
The leaves began to fall
And no one spoke at all
But I can't seem to recall
When you came along,
Ingenue..."
Life in Mono.


Qué crueles resultan ser aquellas emociones que pueden ser enunciadas y descritas mediante palabras cuando carecen de rostros y siluetas en nuestra realidad.

Solemnes ráfagas de viento arreciaban por la noche, dejando atrás los beats de música electrónica. Atrás quedaba el rave, la multitud y la sensación de vacuidad, a medida que me adentraba en el bosque despoblado. Allí, lejos de los polígonos y los poliedros de la civilización, todo se reducía a formas espiraladas, como nuestra galaxia, como los instantes que perduran en incomprensibles puntos grisáceos de la memoria, y como la vida misma que a través de esos instantes se narra a los espíritus eternos.

Desde ese llano (un paraje situado en la inmediación del bosque), levanté la mirada al cielo: miles de estrellas serpenteaban a mi alrededor, y una luna menguante permanecía indómita entre ellas.

Ahora sé qué observan los gatos del mundo cuando levantan su mirada al cielo, y hacia dónde van, cuando desaparecen por las noches: cruzan un puente y arriban a ese sitio incomprensible para la mente humana, donde moran las ilusiones perdidas y las emociones que los humanos hemos olvidado, y que al mismo tiempo, intentamos revivir constantemente: el lado oscuro de la luna.

En silencio aguardan el momento en que habrán de perecer por fin, todas las ilusiones humanas (que sucederá muy pronto, uno de estos años, a finales de otoño).

Después del "momento cero" no quedará nada, ni siquiera la luna.

No existirán más historias qué relatar, ni más calles qué recorrer.
El semen no fluctuará con algarabía compartida.
Los últimos beats de la música electrónica serán barridos con el mundo,
y los últimos acordes de la música acústica darán paso al silencio.

La voz del trueno desaparecerá entre la nieve y las montañas.

Y ningún gato ronroneará la mañana siguiente, al despertar.

martes, septiembre 25, 2007

El resplandor del otoño.

"¿Qué es la vida?
Es el estallido de una luciérnaga en la noche.
Es el resuello de un bisonte en otoño.
Es una pequeña sombra que corre por la hierba
y desaparece en el poniente."
Proverbio Winnebago.

El otoño ha llegado con ese cúmulo de sensaciones intensas que se apodera de los seres vivos, los objetos inanimados y las vivencias.

Desperté alrededor de las cuatro de la madrugada, aturdido por un resplandor que se infiltraba por la ventana: era la luna creciente, que irradiaba una luz sobrecogedora desde la lejanía. Pudo pasar desapercibida para los miles de habitantes que deambulan por las calles de esta ciudad, pero no para mí.

La observé fijamente durante algunos minutos, me aproximé a la ventana abierta y pude sentir el viento frío de las primeras horas, el mismo que envuelve a los enigmas y los misterios del mundo, ése que nos incita a dormir, y quizás, con un poco de suerte, nos arrulle para morir.

El otoño activa puntos neurálgicos de la imaginación, nutre al subconsciente... Es como una imagen instantánea que captura en una sola toma el tiempo y lugar de un sitio que por varios años no habrá de ser frecuentado.

miércoles, septiembre 19, 2007

Una leyenda en el túnel.

"There's music on the station
but I'm just listening to cold wind whistling
And if they ever find me
tell the papers cold wind, cold wind
cold wind blowing..."
Arcade Fire, Cold Wind.

Los últimos días del verano fluctúan de una manera soporífera. Las secuencias de la ciudad apenas transcurren, y una creciente sensación de inmovilidad pinta de gris las tardes, con nubes de lluvia insípida.

Como es costumbre en mí, me alegro de que el verano termine: dará paso a los vívidos matices del otoño. Es como un túnel instalado en las cloacas, que tras atravesarlo, pisando desechos y podredumbre, conduce a la superficie, donde por brevísimos instantes la luz opaca del sol irradia cierto sosiego y el aire serrano abre las puertas de la imaginación y el misticismo.

Este otoño será "un gran puente": un período de planeación y despedidas. Algo hay en él que me vuelve introspectivo. Quizás sean sus tardes "de viento y fuego", o quizás, sea ese cariz que lo vincula con el folclore y con las tradiciones ancestrales, el mismo que convierte a los relatos en leyendas.

Justamente, como en una de las leyendas más entrañables de mi región (y por mucho mi preferida) estoy planeando un viaje largo, sin expectativas seguras de retorno y que demanda un gran esfuerzo, tanto del intelecto como del espíritu.

Y tal como cuenta la leyenda, -La Mulata de Córdoba- en mi caso también es un viaje hacia la Libertad.

Voy por una tiza...
Pintaré un velero.

lunes, septiembre 03, 2007

El regreso de la musa.


"What in the world is happen to me,
What in the world could this be
I'm on the verge of an awakening
A new kind of strength for me.

I feel a force I've never felt before
I don't wanna fight it anymore
Feelings so strong can't be ignored
I burst out, I'm transformed"
Siouxsie, Into a swan.

Durante los últimos treinta años, la confluencia en el mundo de la música ha visto nacer, renacer y desaparecer a un sinnúmero de tendencias, estilos y géneros. La irrupción marginal del punk, con su sonido áspero y su actitud subversiva sirvió de cobijo a una nueva generación de jóvenes, quienes de modos no convencionales imponían nuevas formas de expresión y de hacer música. Entre estos, emergió la londinense Susan Ballion (Siouxsie Sioux), lidereando a los primeros Banshees: Steven Severin, Marco Pirroni y Sid Vicious (quien más adelante se convertiría en un personaje mítico del rock, al lado de los Sex Pistols). Otro "Banshee" célebre sería Robert Smith, vocalista de The Cure.

"This limbo is no place To be a digit in another space,
In another crowd, I'm nameless bound...
Overground from abnormality, Overboard for identity
Overground for normality, Overboard for identity"
Siouxsie and The Banshees, Overground.

El punk habría de matizarse y dar paso a la New wave, así como a la influencia sintetizada de nuevos sonidos europeos y la diversificación del rock gótico, el emo-core y una amplia gama de subgéneros y modas 'ochenteras'. A medida que esto sucedía, cada lanzamiento en el mercado de un álbum de Siouxsie con The Banshees -y con su proyecto alterno, The Creatures-, se constituía como un ejemplo único de experimentación, en ocasiones alabado por la crítica, aunque a menudo subvalorado.

Con una discografía que comprende doce álbumes con The Banshees [The Scream (1978), Join Hands (1979), Kaleidoscope (1980), Juju (1981), A kiss in the dreamhouse (1982), Nocturne (1983), Hyaena (1984), Tinderbox (1986), Through the looking glass (1987), Peepshow (1988), Superstition (1991) y The Rapture (1995)], cinco trabajos discográficos con The Creatures [Wild Things (EP,1981), Feast (1983), Boomerang (1989), Anima Animus (1999) y Hai! (2003), colaboraciones destacables para los soundtracks de Batman Returns (Face to Face, 1992) y Showgirls (Not Forgotten y New Skin, 1995), un dueto de antología con Morrissey (Interlude, 1994) y dos shows recientes (The Seven Year Itch (2003)y Dreamshow (2005)], Siouxsie ha influenciado notoriamente -y con méritos propios-, al sentimiento colectivo de una época.

Ciertos individuos, en ciertas zonas urbanas y suburbanas vivimos determinados estilos de vida, donde determinadas fuentes de imaginación y creatividad son provistas por canciones que encuentran un instrumento único y vertiginoso en la voz de Siouxsie Sioux.

"The stars that shine and the stars that shrink
In the face of stagnation the water runs
Before your eyes..."
Siouxsie and The Banshees, Dazzle.

Las canciones y composiciones donde interviene Siouxsie suelen incluir reminiscencias del rock progresivo y la psicodelia, el alt/ y el brit/pop y la electrónica (dependiendo de la época en su evolución musical que corresponda), siendo enriquecidas a menudo con la implementación de instrumentos atípicos y arreglos orquestales que en lo personal, son bastante útiles para crear relatos con atmósferas azules y oscuras, alusivos a emociones cinemáticas, fuera del "tiempo consciente". La temática sombría y alegórica de sus letras (sobre todo en su primera etapa) constituye, también, un interesante cúmulo de referencias a la soledad, el destiempo, la pérdida y el desamor.

"Majestic
Imperial
A bridge of sighs,
Solitude sails
In a wave of forgiveness
On angels' wings..."
Siouxsie and The Banshees, The last beat of my heart.

Sumamente crítica y autocrítica, de vez en vez displicente (pero siempre creativa), Siouxsie se ha mostrado como vampiresa del goth rock, diva glam, drag queen del Gender Bending y personaje surrealista/conceptual. Ahora vuelve como solista, con un álbum (Mantaray) y una serie de videos, destacando como un símbolo iconológico de la reinvención.

Nuevos relatos para un tiempo distinto.


martes, agosto 28, 2007

Efeméride en tiempos del 'Survivalism'.

"I got my propaganda
I got revisionism
I got my violence
In hi-def ultra-realism
All a part of this great nation
I got my fist
I got my plan
I got survivalism."
Nine Inch Nails, Survivalism.

Un Eclipse Total de Luna sucedió durante las primeras horas de la madrugada, dotando al satélite de un atípico color rojizo.

Durante el suceso (y por breves instantes), un pensamiento ingenuo me abordó:

¿Cómo veríamos a la Tierra, si habitáramos la luna de modo permanente en estos días?

Más aún, ¿Cómo la veríamos en los años que han de venir?

Una enorme esfera azul y blanca continuará palideciendo, hasta perder sus tonalidades originales. Luego se ensombrecerá con siniestros nubarrones grisáceos, y finalmente, agonizará consumida por la oscuridad de una atmósfera envenenada.

Ese Tiempo es el nuestro: el mismo de la ultraviolencia, el terrorismo, la aniquilación que se convierte en una práctica rutinaria y pasa desapercibida diariamente. Sin lástima ni pena, debo decir que resulta exquisito. Es una delicia para los excesos y una fuente inagotable de inspiración cuando se desea contribuir al arte de la decadencia.

A fin de cuentas es el único mundo que habitamos...
Por ahora.

Últimamente pienso que este planeta no tiene justificación alguna para continuar girando...

Salvo cuando hay eclipses, claro.

miércoles, agosto 22, 2007

El advenimiento de un huracán.

"When the rain came down, I was older than the earth
I could die right now, and plan another birth
Anytime I choose
I am in peace, in love, in harmony when the rain comes.

When the rain came down, I was standing in the green
My soul was touched by every tree that my eyes could see
I am in peace, in love, in harmony when the rain comes down..."
Happy Rhodes, When the rain came down.

Durante mi estadía en el terruño, he acudido al parque de los andadores concéntricos. El ambiente que predomina en la ciudad es tenso, ante la expectativa de que un fenómeno ciclónico azotará con fuerza al Golfo y descargará lluvias intensas sobre la zona montañosa. Por esta razón, la tarde adquiere cierto cariz emocionante.

Me postro sobre el césped e intento escribir unas cuantas líneas, que van de lo trivial a lo esotérico. La fuerza y el silbido creciente del viento estimula con bríos mi imaginación: pronto, en cuestión de minutos, observo cómo los tonos azules y verdes de la naturaleza se transforman en dominantes cromas grisáceos, como si aquellos espíritus de luz y de oscuridad -los del pasado y del futuro-, quienes merodean en esta región, acudiesen a un concilio en el parque.

Una energía inexplicable se libera cuando sopla el viento de las montañas, la misma que intensifica los colores y las sombras de los objetos, así como el brillo de las estrellas y el calor del fuego.

Cuando esto sucede, es imposible nombrar de alguna manera al conjunto de sensaciones que unos cuantos mortales aún podemos experimentar. Si acaso, intentaría explicarlo como "una mezcla de euforia, libertad y melancolía".

Ésta es la energía que libera el viento cuando se aproxima un huracán.

Quizás se trate de una reacción atávica que prevalece en el mundo, que nos concede la oportunidad de sentir algo nuevo en la existencia.

martes, agosto 14, 2007

Una de estas noches.

“And all the drugs in the world
Can’t save us from ourselves
Victims with the saddest hearts
Passing by the grace of god,
there by the grace of god.”
Manic Street Preachers, There by the grace of god.

Desde la recámara, observo las luces lejanas de las montañas, así como las estrellas que relucen sobre éstas. Se trata de pequeños destellos intensos y dispersos que irrumpen en la oscuridad, como una alegoría de mi existencia.

La extrañeza lánguida de los días aletarga el tiempo, cubriendo todo con un manto gris que tras el crepúsculo inesperado se torna negro. La sensación de vivir bajo el auspicio de un interminable eclipse total de sol, enrarece la atmósfera. Las notas de la prensa se han convertido en acontecimientos tediosos y rutinarios, donde la vida y la muerte se fusionan y carecen de importancia.

Pronto iré a dormir sin la necesidad de escribir otro relato. No habrá más mártires ni villanos, ni héroes o almas penitentes. Los ecos de murmullos y lamentos distantes agonizarán en el reino del silencio.

Una de estas noches caminaré hasta el punto más distante, donde la delgada línea que separa la cima de la montaña más alta, de la bóveda celeste, desaparece y fusiona a varios mundos, más allá del entendimiento humano.

Entonces, dos arquetipos con magia lúdica penetrarán el universo etéreo, caminando en tierras ignotas, dejando atrás un rastro compartido.

domingo, agosto 05, 2007

Una pálida sombra (El origen de la melancolía).

“And so it was later
as the miller told his tale,
that her face at first just ghostly
turned a whiter shade of pale.”

Procol Harum, A whiter shade of pale.

1967.

Los últimos rayos del ocaso iluminaban tu semblante adusto, mientras caminabas cuesta abajo por el callejón. Tenías una figura esbelta y tu cabello castaño se enrulaba, brindándote un rostro digno de aparecer en cualquier revista de la época.

Llevabas un vestido holgado y portabas un bolso —confeccionado por ti misma— que sujetado de un hombro, atravesaba tu pecho, a manera de un morral.

¿Qué guardabas en él, a los quince años?
Sólo algo más importante que un libro de Desmond Morris:
Y eran todas tus ilusiones.

Te internaste en una casa, y entonces arribaste a la fiesta.

Imagina una fiesta cualquiera en 1967. No sólo eso: imagina una fiesta en una casa cualquiera, en una pequeña ciudad de la provincia mexicana, cuando en realidad, en ese momento (y en todos los subsecuentes), ¡te merecías el mundo!

Merecías surcar el océano para que el mundo entero te conociera y la memoria colectiva te perpetuara.

Pero no fue así.

¿Quién puede tener una idea de lo que era vivir en una pequeña ciudad de la provincia mexicana y escuchar “A whiter shade of pale” durante una fiesta cualquiera, en 1967? ¿Quién?

Nadie puede imaginarlo.

Alguno de los asistentes te sacó a bailar. (Alguien cuya identidad se perdió en el olvido). Por primera vez —y por última—, estuviste a punto de esbozar una sonrisa. A medida que la canción proseguía, te convertías vívidamente en “una de las dieciséis vírgenes vestales” a quienes hace referencia el tema.

Y justo cuando estuviste a punto de sonreír… Sobrevino un apagón.

La canción de Procol Harum, envuelta en su atmósfera de misterio y parsimonia, terminó.

A partir de ese instante te convertiste en La Mujer sin Sonrisa.

Ése fue el origen de la melancolía, hace 40 años.

“Y esto fue lo que ocurrió
mientras el molinero narraba su cuento,
el rostro de ella inicialmente fantasmal
se convirtió en una pálida sombra.”

sábado, agosto 04, 2007

Campos de Oro.


"Many years have passed since all summer days
Among the fields of barley
See the children run as the sun goes down
Among the fields of gold
You'll remember me when the west wind moves
Upon the fields of barley
You can tell the sun in his jealous sky
When we walked in the fields of gold"

Sting, Fields of Gold.

¿Recuerdas estas líneas?
"My name is Ophanim, and I'm the wise spirit of the North Wind.
This decade owns me and you're my slave of freedom,
so spread your wings of imagination
and inspire me to write dark lines".


¡Escribíamos juntos tantas líneas en 1995!
Cuando creíamos que el mundo era un refugio donde aún podíamos emocionarnos.
(Con el tiempo todo terminaría por suceder).

Samaritana en un lienzo:
Espiritualmente tú fuiste el comienzo, antes de cualquier comienzo. ¿Recuerdas? Fue una tarde a finales de septiembre, mientras escuchábamos Fields of Gold.

Desde entonces hasta estos días, nuestro "microuniverso" ha cambiado demasiado. Muchas líneas que solía escribir para tí, al igual que muchos trazos que dibujaste para mí, se han perdido en un mundo que no teme al olvido. Sin embargo, de algún modo, nuestro reino etéreo permanece inalterable, en algún sitio.(En la Selva de Brocileande, quizás).

En esencia somos un par de voces y un par de espíritus que de modo cíclico se reencuentran, porque en realidad nunca te has marchado. Por ejemplo, ahora mismo un gato azul me observa mientras te escribo estas líneas.

Todo eso eras y en todo eso me convertiste.

A menudo apareces en mis sueños, como nadie más. Surcas los horizontes más extraños e incomprensibles de la conciencia e irradias luz. Me gusta pensar que nuestros campos de oro continúan brillando en algún sitio, reteniendo las huellas de un par de amigos quienes recorrieron antiguos cementerios, callejones y legendarios parques que son eternos.

Tú siempre fuiste (y siempre serás), el primer ser de luz y la primera amiga a quien conocí en esta existencia.

También conservo tus líneas:
"Yo siempre quise ver un unicornio y durante años lamenté no haberlo encontrado. Ahora comprendo que los unicornios habitan en el alma, y tú eres el primero que he conocido.¡Gracias por mostrarme el camino!"

Después de doce años, puedo responderte:
¡Gracias a tí!

Finalmente hallamos juntos el cuerno espiralado.

"Él señala el pórtico,
custodia el camino,
aguarda hasta el fin".