lunes, septiembre 25, 2006

This is a story about... [...]

"There was a boy
A very strange
Enchanted boy
They say he wandered
Very far, very far
Over land and sea
A little shy and sad of eye
But very wise was he..."
David Bowie, Nature Boy.

Solos a la medianoche, en medio del parque eterno.

Una mirada y luego el infinito. La puerta se abrió de par en par (y la llave se ha extraviado).

¿Puedes escuchar el roce del viento cuando caen las hojas? ¿El agua que gotea de una fuente? ¿El ruido de la ciudad, los rezos y los lamentos? Todo adquiere un matiz cian cuando estamos juntos y miramos hacia el mismo punto ¡Y todo huele tan bien! Tener tu olor en mí es el mejor paliativo ante la melancolía...

No existe el mundo. No hay nada más allá de ti y de mi. No existe el siempre, ni el jamás, somos dos espíritus en uno eyaculando sobre las estrellas, riendo, follando en cualquier sitio, (pero sobre todo en aquellos que impliquen un riesgo adicional).

Ni todas las leyendas, ni todos los relatos, ni todos los mitos del mundo serían capaces para abarcar y describir cada momento junto a ti.


La vida, la rutina y el tiempo... ¿En verdad existen o todos están muertos? ¿O somos nosotros quienes lo estamos?
Qué importa, estamos juntos.

Un par de besos, diez mil abrazos, cien mil caricias, y todo el fervor malicioso que tus espacios necesiten llenar.

Tenemos un relato a cuestas y millones de calles por recorrer, tras haber hallado la lanza de Ithuriel.

"And then one day
One magic day
He passed my way
While we spoke
Of many things
Fools and kings
This he said to me
"The greatest thing
You'll ever learn
Is just to love and
Be loved in return"

viernes, septiembre 22, 2006

Yamim Noraim, 5767.

"The world is filled with their broken empty dreams..."
Dead can dance, Don't fade away.

En esta víspera coinciden un ritual antiguo y un reencuentro: Rosh Hashanah y una historia inconclusa (que ya no lo será).

Todo mientras el mundo agoniza y se tira por la borda...

En un momento de insensatez, cualquier infrahumano quebraría el cristal con una silla y se arrojaría desde el piso 15, dejando un discreto y exquisito rastro de sangre marcado en las esquirlas.

Yo me doblaría de risa.

Cualquier infrahumano lo haría, cualquiera, pero no yo.

Hoy no,

No esta noche.

A escasos minutos del anochecer, discretos rayos solares logran infiltrarse en el horizonte nublado.

Así es, el Sol aún resplandece, las conmemoraciones continúan... Y algunos hechos que no sucedían desde hace mucho, sucederán.

Es cuestión de horas.

Hasta las frases ingenuas sonarían convenientes esta noche.

"I don't care if monday's black
tuesday, wednesday heart attack
thursday never looking back
it's friday I'm in love!"
The Cure, Friday I'm in love.

jueves, septiembre 21, 2006

Equinoccio de otoño: 2006 a los 26.

"Tienes que haber vivido cien vidas
para haber escrito lo que escribes"
Tomado de una charla con el admirador de Wilde,
readaptando una cita de Rembrandt.

En cuestión de horas comenzará el otoño boreal, y ya puede percibirse: no llega tarde ni temprano, sino en el momento justo.

En mi existencia siempre es medianoche, y esa medianoche siempre es otoñal.

El arca de los espíritus arcaicos, sagrados y profanos, queda abierta en otoño. El tiempo se detiene casi de modo imperceptible, y luego avanza con premura. La luna de octubre bendice con fervor cada fluido corporal: cada lágrima, cada gota de sangre y cada emisión de semen.

Es otoño de 2006, a los 26 años: juntas confluyen las ilusiones y los deseos, las erecciones fálicas voluntarias e involuntarias, los besos eternos, los sueños, las ilusiones, los recuerdos y los misterios, lo poco que arrebata la Vida y lo mucho que otorga la Muerte...

La música resuena en otoño como en ninguna otra estación, y también en otoño, las campañas tañen con una solemnidad atroz marcando el devenir de los sucesos. (Trágicos, épicos, orgásmicos, agridulces... Es otoño).

"Ni toda la oscuridad del mundo
es capaz de ignorar la luz de una velita"
Carl Sagan, El mundo y sus demonios.

Es otoño de 2006, a los 26 años: la vida cobra sentido cada medianoche.

martes, septiembre 19, 2006

Luna Menguante: la Cruz y la Espada.

"Usted y occidente están condenados,
como pueden ver con la derrota en Iraq,
Afganistán, Chechenia y el resto del mundo...
Romperemos la cruz, derramaremos el licor
y aplicaremos el impuesto per cápita.
Entonces, las únicas alternativas
serán la conversión (al Islam) o la espada."
Gran Consejo Mujaidín de la Shura,
(Dirigiéndose a Benedicto XVI).

Tensión en Occidente:

No importa ya si la controversia discursiva de Joseph Ratzinger fue ocasionada por una discreta provocación premeditada o debido a una mala interpretación llevada al extremo. De cualquier modo, los ecos de una turba bélica, un magnicidio en el Vaticano o un atentado terrorista resuenan en estos días como en realidad ha venido sucediendo hace un milenio atrás, cuando en 1095, el papa en turno Urbano II, convocó a las Cruzadas al grito de "¡Dios lo pide!"

Y desde entonces, el mundo no ha cambiado mucho.

"Tensión" ha sido un vocablo constante estos últimos mil años...

Y nunca antes tan vigente.

Detesto y al mismo tiempo agradezco, esa parte de mi existencia que en un vuelco desorbitado se sincroniza con los Sucesos del Mundo.

Tensión. Incertidumbre. Desánimo manifiesto. Estrés. Caos. Soledad, melancolía...

Puertas que se cierran de golpe y pequeñas ventilas que asoman un haz de luz.

"So where is the hope,
and the faith...
And the...
love?

Where do we go?"
U2, If God will send his angels.

lunes, septiembre 18, 2006

Agridulce y el espacio #9.

"You let me violate you, you let me desecrate you
You let me penetrate you, you let me complicate you
Help me I broke apart my insides,
help me I've got no soul to tell
Help me the only thing
that works for me,
help me get away from myself
I want to fuck you like an animal!"
Nine Inch Nails, Closer.

Medianoche a mitad de la avenida, en la línea justa que divide los relatos...

En el Centro Histórico sopla un viento frío y desolador, mezcla de salitre, plomo y ese olorsillo que dejan a su paso los espíritus antiguos cuyos nombres quedaron olvidados en las postrimerías del Tiempo. La atmósfera densa, densísima, emerge de cualquier punto: del asfalto negro, de las construcciones antiquísimas y derruidas que revelan una agonía perenne, del silencio súbito...

A unos cuantos pasos, un punto de luz neón ilumina la calle.

Y en el interior, voces inconfundibles entonan Himnos de los Tiempos. El sitio es una hoguera de arquetipos: todos malditos y todos benditos.

Al fondo, junto a la barra, sobresale otro punto áureo. Miles de ideas mías cruzan el firmamento: es una réplica de Chris Cornell, o mejor aún, de Trent Reznor charlando como Leonard Cohen. No. Quizás es Ville Valo.

Es todos ellos y no es ninguno: los conoce bastante bien, y aún se da tiempo para referenciar a Leavitt y a Bolaño. Al amparo de las cervezas, una sensación de estupor y deseo sexual se engendra tanto en el cuerpo como en el espíritu (y se concentra en el interior de los jeans)...

Y luego, un vuelo nocturno desde ese sitio hacia el sacrosanto espacio #9: donde moran libremente los fluidos, las secreciones, hiede a testosterona y el mundo lúbrico se regocija siendo doblemente seminal...

Sueños espasmódicos, espasmos oníricos: la noche y después el amanecer, una conjunción perfecta.

Y al final, entre risas, una palabra suya para describirme:



BITTERSWEET.



"Break this bittersweet spell on me
lost in the arms of destiny..."
Lauri Ylonen, Ville Valo & Apocalyptica.

jueves, septiembre 14, 2006

El sueño y el abismo.

Una sensación de opresión sobre el pecho, 4:30 de la mañana, una escena... Miles de bengalas centelleantes irrumpiendo en la habitación, antorchas portadas por sombras desfilando frente a mí... Palpitaciones ajetreadas, fragmentos de sueños inconclusos, íncubos, demonios marmóreos, y luego un abismo insondable, murmullos, una agonía incesante.

Luego la realidad: Uno de los peores días: el colapso.

El reencuentro a mitad de una avenida interminable, el reproche, la negación: el vacío. ¿Y qué esperabas?

Did they get you trade your heroes for ghosts?
Hot ashes for trees? Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change? And did you exchange
a walk on part in the war for a lead role in a cage?

Años luz entre tú y yo, siempre son los años, siempre las horas.

Y luego, la noticia del deceso. ¿A qué debías esa prisa por liberar tu espíritu? Ahora no podré encontrarte tan fácilmente.

Y después, las ilusiones que no lo fueron. "Nothing is full of anything, the doors are shut."

Y para terminar, el colapso, el tiempo que transcurre y no fluctúa desde el piso 15: la neurosis y la ignominia de los humanos, malditos humanos, si tan sólo no existieran (pero es que, ¿en verdad existen?)

If all of the strength
And all of the courage
Come and lift me from this place
I know I could love you much better than this
Full of grace...

lunes, septiembre 11, 2006

Lunes de septiembre negro.

"And whatever is going down
Will you follow around,
That's how you fight loneliness

You laugh at every joke
drag your blanket blindy
fill your heart with smoke..."
Wilko, How to fight loneliness.

Despertar solo es tan patético como despertar con alguien cuyo nombre no recuerdas, a quien besabas y abrazabas la noche anterior mientras piensabas en alguien ausente. Dormir junto a un gato de felpa, que aún siendo inanimado, te brinde más calor que la mayoría de las personas con quienes compartes tu día, es aún más decadente.

Observar la pared lisa, sin manchas ni fisuras, tener la mente en blanco para luego lidiar con dos ideas constantes: la soledad y la vida. Mi vida y la soledad, mi soledad y la vida.

Y luego ingeniarse una ilusión, iniciando (para variar) la semana como en el agridulce desenlace de Billy Hollywood's screen kiss...

Despertar en la ciudad:

Pasar el fin de semana recorriendo calles y avenidas que como cualesquiera otros sitios sobre la Tierra, resultan deprimentes...

Y después detenerme a pensar... Si tan sólo fuese posible que las historias tomaran rumbos incógnitos, para terminar caminando otras calles, marcando otros pasos, dejando atrás los rastros de otras huellas.. Si las puertas no se cerraran de golpe antes de atravesarlas, si las estaciones del subterráneo no fueran tan desoladoras, Auditorio, Polanco, King's Cross, si tan sólo Dido nunca hubiera cantado Take my hand...

Pero en realidad, las historias primigenias que dieron lugar a otras, se perdieron y fueron olvidándose en el camino.

Es curioso que a medida que transcurren los años, uno se vuelva cómplice y protagonista de aquellas acciones que alguna vez, hace mucho, nos lastimaron.

Y mientras eso sucede, "la despedida continúa, lenta e inescrutable..."

El otoño se aproxima de modo atroz, ofreciendo la oportunidad de que este año el fuego se vuelva cian y el viento, malva.

lunes, septiembre 04, 2006

Los momentos furtivos.



"Hasta que no llegue la muerte
lo único seguro en esta vida
es la soledad;
y la soledad es libertad"

Anónimo, [copiado de un muro urbano].

Álgidas son las experiencias al caminar en esta ciudad, como también álgidas son las emociones. En un punto y en otro, la libertad acecha, otorgando un sinnúmero de ideas furtivas: de la primera mirada al éxtasis efímero, del primer gato citadino capturado con suerte en una fotografía, al primer dejo de melancolía que produce un fin de semana solitario. (Cohabitando con millones de seres humanos, pero en el fondo, solo).

Y todo transcurre con una agilidad desmesurada, como los vagones del Metro, como el trayecto de los automóviles, como los amaneceres ocres y los crepúsculos purpúreos, como las visitas guiadas a los museos, como el paso de las horas...

Todo fluye en un rapsódico caos que en algunos instantes, (sobre todo en últimas fechas) da la impresión de lanzar por la borda a la ciudad y al país. (Lo cual resulta demasiado tentador y estimulante).

Pero no todas las emociones son efímeras. Algunas se engendran lentamente, y en determinados momentos del día, explotan.

Quiero pensar que es así.

¿Tú qué crees?