Revelaciones ante el fuego cian
Nací en un día de primavera, el mismo día en que se celebra (en determinadas regiones del mundo y desde hace varias centurias), al símbolo de la Cristiandad.
Este hecho tendría poca (o nula) relevancia, de no ser por el significado auténtico de tal símbolo: una conjunción eterna y armónica entre lo sideral y lo terreno, lo finito y lo infinito, lo real y lo aparente, lo sagrado y lo profano...
En lo general, puedo asegurar que mi vida se rige por tal principio, como por el hecho de estar en el mundo, y a menudo, no formar parte de él.
Precisamente, La Cúpula y la Cripta es una transfiguración de dicha idea. La Cúpula es una alegoría de las emociones eufóricas, de los orgasmos, de la algarabía efímera que proporcionan los momentos compartidos, los fuegos de pirotecnia, los plenilunios y el estío.
La Cripta, por su parte, es el complemento "oscuro". En un sitio del ser en donde habitan las emociones mórbidas, la angustia, la melancolía, la soledad que pesa, el letargo del Tiempo terrenal.
Tampoco es casualidad que ambos términos se refieran a construcciones arquitectónicas producidas por el Ser Humano (pero por ahora no deseo ahondar en tal aspecto).
Por el contrario, me place compartir a continuación los momentos privilegiados que conforman la Cúpula.
Pocos se ubican en el pasado, sólo uno en el presente y el resto corresponden a los anhelos del futuro. Ninguno representa un hecho fuera de nuestra realidad, (si confiamos en que "todo futuro es posible").
1. Despertar con mi gato a un costado y escuchar su ronroneo.
2. Escribir un relato sobre La Mujer Sin Sonrisa y obsequiárselo.
3. Pasar la noche charlando hasta el amanecer, tomando ajenjo con los Amigos de Vida.
4. Asistir a un concierto de Morrissey bien abrazado de alguien que realmente importe y que me guste bastante.
5. Hacer el amor y tener un orgasmo mientras practico respiración compartida.
6. Quedarme dormido, bien abrazado, mientras veo una buena película de fantasía (no necesariamente The Lord of the Rings o The Last Unicorn) con alguien que de verdad entienda la trama sin necesidad de explicaciones.
7. Asistir a una celebración que incluya fuegos de pirotecnia, donde una multitud beba mucha cerveza y se comporte de modo fraternal, sin gritos, ni cohetes ni ruidos impertinentes.
8. Organizar una gran fiesta (encarnado en "el señor Dalloway") e interpretar Gypsy Lament de Inkubus Sukkubus, dedicándosela a alguien que esté presente.
9. Presenciar una Aurora Boreal en compañía de alguien que tenga un gran espíritu.
10. Llamar a Biógrafa Chú poco antes de morir, y recordar con ella esa impresionante luna llena con aros luminosos alrededor que observamos juntos la noche de su boda, cuando teníamos 27 años.