martes, noviembre 28, 2006

Los espacios desolados.

"Tomorrows just an excuse away
So I pull my collar up and face the cold, on my own
The earth laughs beneath my heavy feet
At the blasphemy in my old jangly walk
Steeple guide me to my heart and home..."
Smashing Pumpkins, Thirty-three

¿Cómo lidiar con los espacios ausentes que se han ido quedando atrás todo este tiempo? Una ventana derruída, a punto de desaparecer. ¿Quién se ha asomado todos estos años? ¿Cuántas historias subsiguieron en esa habitación, y en cualquier otra?

Soñé de nuevo en esa habitación. El tiempo era tan ágil (y cada sensación)... Por un momento estuve allí, y cada objeto cobró la vigencia que sólo le otorga el subconsciente a la memoria. Estuvo presente el olor a humedad de aquellos días, el roce del viento fresco al abrir la ventana, y ese triste gato que nos observaba hasta perderse.

Allí estaba su silueta y el rastro de Perry Ellis en mi nariz. Y yo despertaba como si hubiese sido el primer día del otoño boreal (o del invierno, con clamor de fiesta) y la voz de Billy Corgan también estaba ahí.

Y luego de modo incomprensible, las imágenes mutaban: ya no tenía 21 años, tenía 26.

Las paredes a mi alrededor pasaban de ser azules a ser blancas, insípidas. Y había un gran dolor: de nuevo despertaba.

Siluetas y escenas abruptas, un desfile de objetos que fui olvidando en cada ciudad (y en cada mudanza)... Sombras, rastros del semen propio y el ajeno, sombras sin nombre, cera derretida, cenizas esparcidas, vino derramado...

Detesto esos breves instantes de conciencia que simulan ser sueños, sin serlo, y nos abofetean y arrastran sobre el asfalto en horas de vigilia.

1 comentario:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Son instantes tan desasidos y a la vez, opresivos...
cubren el tiempo de una capa oscura..


salute.