lunes, abril 30, 2007

El derrumbe del mito.

“Take your time and tell me
Where you lie
I realise
That we’ve been found out this time”.
Neil Tennant and Chris Lowe, In Private.

A propósito de aniversarios,
déjame escribirte algo:
me recuerdas a alguien a quien jamás he conocido.

Atravesé la entrada minutos después de la medianoche, internándome en el club donde confluyen las emociones y las secreciones. Música, cerveza y miles de luces multicolores estallaban ante la vista… Risas y a lo lejos, el murmullo de las almas solitarias, buscando un abrazo, un beso o cualquier contacto físico que fingiendo, sea capaz de otorgar sentido a la vida. Ese mismo sentido que se ausenta y se padece en la penumbra.

Rápidamente, los cuerpos se fusionaban, convirtiéndose en sombras, en sujetos que anhelando ser objetos, clamaban por tener utilidad (la que fuese).

Allí, perdido entre sonidos dispersos y rostros que se diluían, me encontré. Caminaba entre beats y la voz de Dusty Springfield quien cantaba “In private”,

What you’re gonna say
In private?
You still want my love
We’re in this together
And what you’re gonna do?
In public
Say you were never in love
That you can remember…

De pronto, las emociones se convirtieron en millones de bengalas que estallaron y no pudieron contenerse, como en las noches de otoño. A nuestro alrededor estaba el mundo, o siendo más honesto, esa pequeña porción inmunda y sin importancia que aún quedaba fragmentada, haciéndose añicos. Cada beso incitaba al romance y la lascivia…

Y en cada uno de esos besos, el último mito moría, a mis espaldas.

Al final sólo quedaba la sensación de que el pasado nunca había existido.
Sino sólo este presente, tu cuerpo al amanecer, nuestros espíritus y de nuevo, un beso.

Es verdad. Todo se resume en esta frase:

There’s nought so queer as folk.

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