Una apuesta por la autogestión y el arte transdiciplinario
por Iván Barr
Al tiempo que las instancias culturales oficiales —léanse IVEC, Ágora de la Ciudad y la SEC, entre otras— replantean sus políticas culturales (que básicamente y pese a la retórica son las mismas de sexenios pasados, pero con menores presupuestos) un acrónimo se extendió sobre los muros, postes, banquetas y esquinas xalapeñas, plasmado en carteles, displays y calcomanías: se trata de FLAMA ’02, o lo que es igual, el Segundo Festival de Arte y Música Activados, multiforo concebido en primer término como un espacio para expresar, difundir y promover manifestaciones vinculadas con el arte contemporáneo transdisciplinario, es decir, aquella que agrupa y conjuga al diseño gráfico y editorial, electrografías, diseño web, videoinstalaciones, fotografía, cine y video, música electrónica, performance y arte conceptual. En una urbe como Xalapa, cuyo mote y pose de ciudad cultural permiten ofrecer una generosa cantidad de festivales de mote y pose para selectos públicos de mote y pose, FLAMA ’02 pudo pasar inadvertido. Sí, quizás para muchos, pero no para todos: los asistentes a FLAMA ’02 (tanto organizadores como creadores y público) fueron, en su totalidad, gente joven; con diversas ocupaciones, aficiones, intereses y perversiones, pero jóvenes, a fin de cuentas. Si esto constituye un ejemplo del poder de convocatoria que un festival planeado, gestionado y efectuado por un colectivo independiente —Producciones Fantásticas— puede lograr, entonces podemos avizorar que la gestión cultural en Xalapa aún tiene una posibilidad de impacto e interés sobre los jóvenes. Precisamente, la clave y punto de partida se encuentra allí: en tomar en cuenta sus intereses. Ojalá las autoridades incompetentes nos tomen en cuenta, un día de estos, cuando dejen de lado a los consagrados, salgan a la calle y comprendan que las manifestaciones artísticas tienen como espacio primigenio a las calles. A modo de semblanza, presento a continuación un seguimiento de los sucesos que dieron origen y caracterizaron a FLAMA ’02.
I.Primeras igniciones
Producciones Fantásticas —conformado originalmente por Cynthia Comparán, Luis Rojo y Eduardo Jácome, aunque posteriormente ha acrecentado su número de integrantes—, se remonta al año 2001, en los días de Subte Lab, uno de los primeros sitios, si no es que primero, en ofrecer música electrónica y exposiciones de arte transdisciplinario en Xalapa. En 2001 organizaron De Nortec a Sur, evento que integraba sets de música electrónica con dj’s de Xalapa, Tijuana y el Distrito Federal, además de performances y un acto de percusiones. Al año siguiente, su secuela, Sabroso Paraíso, se enriquecía con sets visuales e instalaciones. En 2003 llevaron a cabo Procesión de Imágenes Suaves, serie de conferencias cuyo punto medular fue la exposición de fotografías en gran formato, instaladas en el interior del Mercado de Coatepec, mismas que aún pueden apreciarse allí, con hollín y cochambre. Del 18 al 20 de septiembre de 2003 emprendieron el siguiente reto: celebrar el Primer Festival de Arte y Música Activados, cuya finalidad era presentar en Xalapa, no como un hecho aislado, sino de modo incluyente, propuestas frescas de colectivos y creadores independientes, relacionadas con el arte digital, la música electrónica, el arte conceptual, artes visuales, gráficas y escénicas contemporáneas. En tan sólo tres días, el Festival, efectuado en el Centro Cultural Los Lagos contó con la presencia de una veintena de expositores y una nutrida asistencia de jóvenes. Tan sólo un precedente de lo que sería el Segundo Festival.
II. Avivando la mecha
FLAMA ’02 fue planeado bajo una óptica más detallada. Debido a la complaciente respuesta obtenida por parte de los creadores (el número de proyectos invitados ascendió a más de 50, tanto individuales como agrupados en colectivos), el festival se planificó en seis días, integrando a conferencistas, músicos y dj’s, cineastas, videoastas y dj’s, artistas conceptuales, fotógrafos y stands invitados. A diferencia de FLAMA ’01, este nuevo festival no podía efectuarse en un recinto único, debido a la diversidad y magnitud de sus propuestas. —Yendo más allá, FLAMA ’02 dejó en claro que a Xalapa le urge un espacio adecuado para presentar y exhibir expresiones del arte transdisciplinario. En la ciudad de México, el Laboratorio Arte Alameda, el ex Teresa Arte Actual, el Museo Carrillo Gil y el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA Roma) son ejemplos de espacios dedicados a difundir tales expresiones, de manera permanente y con carteleras periódicamente renovadas—. Tomando en cuenta este aspecto, se logró gestionar con autoridades el permiso de utilizar la Plazoleta de Xallitic, el Jardín de las Esculturas y la plaza del Centro Cultural Los Lagos. Asimismo, cuatro establecimientos xalapeños preocupados por difundir las manifestaciones culturales se convirtieron en sedes complementarias: el café Zona Centro, café Tierra Luna, Somos Santos y Caza del Cielo. Decisivo y fundamental resultó el patrocinio de diversos negocios de Xalapa y Coatepec, en los rubros de hospedaje y alimentación, así como la cobertura de los medios masivos locales. Previniendo una clausura digna, se eligió al balneario Agua Alegre como espacio idóneo. De esta forma, comenzó a arder FLAMA ’02.
III. La hoguera incandescente
FLAMA ’02 tuvo lugar del lunes 25 al sábado 30 de abril. Fueron seis días álgidos, intensos, integrados por mesas de diálogo, presentaciones de video y cortometrajes, inauguración de exposiciones gráficas (incluso simultáneas), muestras de arte conceptual, intervenciones, presentaciones de colectivos invitados, transmisiones en directo vía Internet, veladas de música electrónica, y como acto sui generis, una presentación conjunta de músicos vernáculos: Los Cojolites y Palo Mulato, durante la noche de inauguración… Todo es arte, al fin y al cabo. Las principales calles del centro de Xalapa, como por supuesto, los recintos sede, se percibieron “invadidos” de creadores foráneos, de Tijuana, Mérida, Cuernavaca, Distrito Federal, Culiacán, Guadalajara, Puebla, Chiapas… Resulta imposible mencionar en este apartado a todos participantes, (sería necesario crear un suplemento), pero ofreciendo cuando menos una idea escueta de la diversidad de proyectos incluidos, pueden citarse, como mero ejemplo:
La presentación de la revista interuniversitaria de diseño “Ene O”, de Iván Jiménez.
La proyección de la instalación “Gordas”, de Tania Candiani.
La instalación “Niño Cochino y las almas del boske etílico” de Alonso Maza.
La proyección de visuales de vj Mud y vj Mashaka.
La presentación de proyectos de video de Naomi Uman, Byrt Wammak, Bruno Gutiérrez y José Luis Campos.
La transmisión en directo, desde el Jardín de las Esculturas, de Radio Global.
La música electrónica de dj Uma, dj Max, Abolipop, Static Showcase, Konfort y Nortec, entre muchos otros.
La participación de colectivos invitados como La Lonchera, Reacciona mujer con Furia, Bulbo, Homeless y Orbe.
IV. Pirotecnia, bengalas y cenizas
FLAMA ’02 culminó con una noche de música electrónica, celebración masiva para los sentidos que integró dos escenarios, además de un área para acampar, y dicho con del argot que Producciones Fantásticas utiliza en sus flyers, incluyó también dos “barras fantásticas, transporte gratuito y seguridad amable.” La afluencia de asistentes superó con creces las expectativas. El olor a tierra húmeda y la noche despejada del cielo coatepecano formaron una conjunción perfecta con los beats, las imágenes fractales y los ritmos fusionados. Fue un magnífico final para FLAMA ’02, un proyecto autogestivo que apostó por difundir y promover el arte no convencional, aquella que los curadores, académicos del arte, críticos y promotores culturales aún se esfuerzan por delimitar y definir, y que encuentra en la creatividad de los jóvenes su justificación pragmática. A la mañana siguiente, ya en domingo, entre resaca y desvelo, nos quedó cierto escozor: no hay más FLAMA. Habrá que esperar a que otro colectivo se ponga las pilas, arme un proyecto similar y lo presente en Xalapa. O de plano, aguardar un año para FLAMA ’03.
Tiene que ser así.