martes, enero 31, 2006

Consideraciones en torno a Brokeback Mountain.


Acabo de ver Brokeback Mountain, el sonado filme de Ang Lee que ha acaparado los principales premios de la temporada (Y justo hoy se suman ocho nominaciones al Oscar).

En efecto, los merece.

Debo decir que he quedado bastante satisfecho.

En cuanto a la trama, es perfecta. Me produjo ese inusual 'shock de cinéfilo' que en los últimos años sólo tres producciones cinematográficas han logrado, seguramente por relatar con aparente cercanía puntos medulares de mi existencia:

1. The Hours, de Stephen Daldry
2. Dancer in the dark, de Lars von Trier

y ahora sumo Brokeback Mountain, de Ang Lee.

Leí en varios artículos de prensa que inclusive el propio Ang Lee se ha sorprendido de la buena reacción de la crítica y la audiencia, ante lo que él considera sólo una 'Historia de amor'.

Debe ser porque a fin de cuentas lo es, más allá de filtros irrelevantes sobre preferencias y matices. Y como tal, es también una historia de desamor y ausencia, con final ácido e infeliz.

Ésas son las Historias Perfectas, (al menos para mí).

Ang Lee nos ha mostrado la historia de vaqueros que todos queríamos ver. (Dato curioso: Tenía que ser un taiwanés quien fuera capaz de dirigir con maestría una historia estadounidense).

Así que Clint Eastwood puede irse acomodando en su ataúd.

sábado, enero 28, 2006

Portada de Ringleader of the Tormentors.


Hurgando info en la Red hallé la
portada del nuevo álbum de Moz.

viernes, enero 27, 2006

Síndrome de los Días Grises.

"Burn the towns
Burn the backstreet bars
Burn your boardwalk basement trade.

Feel the flame,
Feel the curve of the sword,
Your living flesh reeks of compromise, babe."

Roger Waters, Without Blame.

El Frente Frío que se extiende sobre buena parte del país cubre con su niebla penitente algo más que las montañas: cubre también las emociones.

Y con ello, un velo punzante desequilibra a los sentidos.

¿Qué hacer?

Descorro las cortinas, abro los ventanales de par en par y permito morar a la niebla en mi recámara. A su paso, la primer banda de frío y humedad se mezcla con el incienso de copal produciendo un aroma fresco y penetrante: debe ser el olor del Demiurgo, la energía sagrada que nos provee de vida y también la quita.

¿Qué esconde esta niebla tras de sí?

Caos y millones de historias lascivas, decadentemente graciosas...
No.
Eso sucede en la Ciudad de México.

Suspiros discretos y gemidos órgicos, que aguardan al verano para saciar el instinto lúbrico...
No.
Eso sucedía en Monterrey.

Ilusiones, pensamientos sobre el futuro, artilugios del Destino...
No.
Eso debe suceder en Madrid, o en cualquier parte de España.

Aquí la niebla sólo esconde tumultos de espíritus cabizbajos que se apresuran para llegar a tiempo al cementerio.

lunes, enero 23, 2006

3 a.m.

"It's 3 a.m. I must be lonely"
Matchbox 20, 3 a. m.

El viento del Norte trajo de vuelta a la humedad, y con ella, los días en que el disco solar se oculta tras un enfermizo cúmulo de nubes blancas que opacan por completo la bóveda celeste. Frío, llovizna y niebla es lo único que simula tener vida en estas calles.

Los domingos se han vuelto tediosos y absurdos... "Everyday's like sunday, everyday's silent and grey... Come Armaggedon, come!!"

Son las tres de la mañana. Cientos de pensamientos me abordan y me impiden conciliar el sueño. Salgo a caminar. Estoy solo. Ahora comprendo eso de que a las tres de la mañana los demonios están sueltos: es cierto.

Afuera, en las calles, el tiempo se detuvo. El frío de las montañas se impregnó tanto en objetos inanimados como en las ánimas agonizantes.

La ciudad está vacía.

Quisiera que toda esa gente que debe estar durmiendo, eternizara sus sueños y no despertara jamás.

Acá, entre la vigilia y la negritud, sólo existen sombras, ecos, murmullos ininteligibles, rastros de gemidos...Resabios de espíritus en pena que no quieren divulgar.

Ahora pienso en todo ello, ¿cuánta gente vive sólo para respirar, aportándole al mundo sus penurias y su miseria?

Casi todos los humanos que conozco, (y entre ellos, todos los del Trabajo) suplen de muy buen modo las funciones del ganado: sólo mugen, braman y berrean. Otros tantos balan y rebuznan. Y unos más, quienes corrieron con suerte (la suerte que otorga lamerle el zapato o el culo a un político), pacen y trashuman a las reces, siempre con el mismo fin: llevarlas a sacrificar al matadero.

¿Qué caso tiene una vida así, rodeada de tanto estiércol?

Vinimos a crear, a compartir relatos de vida... O de muerte.

Pero CREAR, al fin.

Tal parece que eso representa un conflicto interno para muchos.

lunes, enero 16, 2006

Tres Eras.

"Hasta la eternidad era antes más larga"
Stanislaw Jerzy Lec.

Contrario a lo que pudiera pensarse, he posteado poco en estos días debido a que me he enfrascado en El proyecto.De tal forma que he escrito más de lo que estas líneas pudieran testimoniar.

Justo escuchando esta mañana las noticias del mundo, postrado frente al televisor, me han venido imágenes de un modo confuso, mezclándose como un coctel exorbitante; Angela Merkel es canciller en Alemania, Ellen Johnson- Sirleaf asume la presidencia de Liberia y Michelle Bachelet gana las elecciones en Chile... Nuevos nombres que habrán de ingresar a los archivos.

Precisamente recapitulando a la Historia, concibiéndola como una sucesión de hechos colectivos y personales que a menudo se entremezclan e influyen unos sobre otros, es como deduzco que todos llevamos en buena parte de nuestra identidad la impronta del tiempo en que vivimos.

El mío, suscitado en 26 años y contando, bien podría dividirse en tres periodos, siguiendo está lógica (o en su defecto, siguiendo esta tesis), aunque por supuesto, cada quién puede dividirlo como le plazca.

Primero está la Era de la Tensión, el periodo de los Claroscuros. Aquel que correspondía a mi infancia, a La Antigua Serpiente envenenando mi mundo y a la distante Mujer sin sonrisa, pero también al Tiempo de las bengalas fugaces, como la música de esa decáda, con todo ese Take on me y ese Final Countdown, como ese cometa, el Halley, que atravesó el firmamento en 1985.

Quienes nacimos en 1980 o un poco después, tenemos cierta sensación de que la Guerra Fría se congeló demasiado pronto. No nos dió tiempo de asimilar el tiempo en que vivíamos, La era Thatcher/Reagan/Gorvachov se vino abajo muy rápido y aún no éramos adolescentes, no nos dio tiempo de añorar con zaña esa hecatombe nuclear que jamás llegó. (Aunque si vivíamos en México, como suele suceder, la realidad nacional y sus crisis pesaban demasiado como para comprender el contexto internacional).

Luego vino la segunda Era, la de Liberación, que no por ello estuvo exenta de dificultades y trastornos. Asistimos de la noche a la mañana al derrumbe del bloque comunista y entonces reinó el capitalismo, el neoliberalismo, el posmodernismo y todos los -ismos. El orbe se globalizó y los enemigos del mundo se dispersaron, por un instante.

Fue también la Era del Abismo. Y en ese entonces, me hallé a mí mismo. Los hitos de esa época se convirtieron en los mitos de mis días... Del Grunge al Brit Pop, de Morrissey a la melancolía.

Y entonces, en 2001, arremetió de golpe una Tercera Era, que aún continúa sin un epítome específico. Algo simbólico se derrumbó en el mundo y un artilugio apareció en el mío.

En dicha era no existen límites más allá del Ser Humano, ni siquiera los que Nietzsche o K. Dick -por mencionar a dos dilectos- hubiesen podido concebir.

Si por un instante fuimos unos románticos del caos, y luego del vacío, ahora lo somos del destino. Hemos creído en todo, y ya no hay nada en qué creer.

Por eso estamos ansiosos de conocer nuevos relatos, aunque sean los de noticieros.

Hace casi cinco años despertamos atendiendo a las noticias sobre Nueva York, hace cuatro sobre Afganistán, hace tres sobre Iraq... Hace dos en Madrid y el año pasado en Londres. ¿Este año en dónde serán?

Y si por suerte (aún no sé si por buena o mala), nos da por escribir, y nos nutrimos leyendo a Houellebecq y a Jelinek, ¿qué relatos engendraremos?

Los que aborden el falocentrismo, la omnisexualidad y la exquisita melancolía encaminada hacia niveles enfermizos de fobia social.

Demos gracias por ello.

Con suerte, esta noche se nos acaba el mundo y se lleva a la Luna entre los pies.

miércoles, enero 11, 2006

Abordar el autobús.

Nunca antes tan lejos de todo... Y tan cerca de mí.

Los días de ecos y sombras terminaron por esfumarse, aunque esa niebla espesa de enero pronto cubrirá las calles dotándolas con cierta sensación de alivio, luego de tantos días soleados.

Voy a abordar el autobús...Cualquiera, a cualquier parte, el primero que pase.

He estado esperando tanto tiempo, sentado en la Central, que me olvidé de apreciar ese preciso instante cuando abordas un autobús y mandas todo al carajo, te olvidas de lo que dejas atrás y partes a cualquier lugar.

De cualquier modo, cualquier destino sería el mío.

Y cualquier día de estos resulta perfecto para emprender el viaje.

sábado, enero 07, 2006

Enero, al final de todos los caminos.

Caminé durante unas dos horas bordeando al río, cuesta arriba, y llegué a un punto desolado, desconocido para mí. Había mucha vegetación y el paso era inaccesibe. Tras una gran roca se levanta un promontorio, y entonces el río se adentra en las montañas, impidiendo el paso a los humanos, resguardando ocultos los nacimientos de su caudal.

Fue en ese sitio en donde me detuve y reflexioné unos momentos, sobre si el final de todos los caminos es en realidad un principio, un crucero o un retorno.

Supongo que eso se le regala a cada cual.

Para mí, será un principio.

Es cierto. Mi peor adversario no era un espíritu, ni una sombra, ni un espectro escondido en la memoria: era yo.

Al fin ahora he comenzado a perdonarlo.

"Somos nosotros mismos quienes convocamos lo que más tememos"
Sylvia Plath.

lunes, enero 02, 2006

Morir y renacer en una noche.

"If I was half alive
then you were dead
subsistin' on that same old bread."

Live, Gas hed goes west.

Los troncos de los árboles en el parque se encuentran iluminados con pequeñas luces de navidad. Es curioso que de lejos, mientras el autobús toma mayor distancia, se perciban como minúsculas llamas en medio de la nada...

Y también, que la flama personal se encuentre a punto de extinguirse.

domingo, enero 01, 2006

Año 2006: El más allá.

Si debiera juzgar a 2006 por lo que sucede durante el primer día, sin duda será el año más interesante de los últimos tiempos.

Un cúmulo de ideas me han perturbado desde la medianoche, más allá de la pueril emotividad que me provoca la espera del Año Nuevo, que a decir verdad, la viví de modo peculiar: caminando solitario, fumándome un cigarrillo mentolado, concibiendo un relato, y viendo los fuegos pirotécnicos que iluminaban la noche frente a mí.

El resultado: Logré completar un capítulo pendiente, y me di cuenta que el meollo estaba en vivirlo. Lo majestuoso de tener sexo con alguien es que después de terminar, te quedas con algo más que su olor en tus narices, y eso es, precisamente, una parte de su esencia.

Aunque por supuesto, también podría hundirte.

"First there are kisses, then there are sighs,
And then before you know where you are
You're sayin' goodbye..."
Boy George, The Crying Game.