¿Te has puesto a pensar cuán dañinos y lacerantes pueden ser los rayos luminosos cuando eres una sombra?
Y sin embargo, sólo así logras valorar a la oscuridad por lo que es, por lo que aporta, porque eres su cómplice y se ha convertido en tu realidad. Porque provee de significado a tu existencia en los rincones de la conciencia, en las noches insomnes de confort aparente, en los parajes oníricos de estos largos días calurosos...
Piensa en la oscuridad más recóndita que puedas concebir, ya sea en lo profundo de una grieta o en un punto perdido del Universo, fuera del alcance de la memoria... ¿Quién habita en ese lugar?
No se me ocurrió pensar que alguna vez cumpliría 26 años. Y ahora que casi los tengo, no soy capaz de sentir, no logro emocionarme más allá de unos segundos. ¿En qué momento dejé de cautivarme por respirar, y todo lo que eso conlleva? Quizás sea porque en realidad cumplo muchos, muchísimos años más.
Estos días vienen a mí cargados de un sentimentalismo inquieto que se preocupa, en vez de ocuparse, por la pérdida de las emociones. De repente, el Tiempo vuelca mi mente y me traslada en cuestión de segundos a lugares y situaciones olvidados, inéditos o imposibles.
Sucedió ayer por la noche, en la fiesta electro/acústica del bar.
Cientos de rostros y cuerpos, entre amigos de siempre, compañeros frecuentes y desconocidos desfilaban frente a mí. Y en medio de la nada, sentía la agonía. ¡Cuántas ganas de gritar, de conocer a alguien, besar y ser lúbrico, como sucedía en otro tiempo! Pero no, simplemente no. Las emociones se ausentaron.
¡Todo es tan patético cuando eres una sombra! Tu vida cobra sentido pero en cambio, las vidas ajenas lo pierden.
Ni siquiera presté atención a la banda ni a los DJ's, aunque los tuve a escasos metros. Mi mente se convirtió en un cóctel de flashbacks y flashdreams: al año 2000, 2001, 2003 y 2004.
Luego por alguna razón, se detuvo y trajo a mí la letra de 'Don't fear the reaper', de los setenteros Blue Oyster Cult,
"All our times have come
Here but now they're gone
Seasons don't fear the reaper
Nor do the wind the sun or the rain..."
Y de inmediato pensé en Ville Valo, en lo buena que resultaba su versión con HIM, y en todas las canciones que incluía ese album de covers, es más, recreé a Ville Valo con todo y su voz perfecta susurrando desde algún punto entre la gente, y luego cantando Don't fear the reaper.
Y en uno de esos jirones, volví a la inmediatez de mi realidad: todo aquello que me emocionó por fracciones de segundo, no existía.
Aunque el Sol se muestra radiante por estas fechas, a algunos sólo nos extiende su velo de escozor. Ansío con premura la época estival.
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