martes, enero 23, 2007
El fin de los relatos.
"There is no dark side of the moon really.
Matter of fact it's all dark."
Pink Floyd, Eclipse.
Aún en estos tiempos aciagos, existe un hecho que otorga sensibilidad a la existencia: caminar solo a medianoche, en las inmediaciones de un parque oscuro.
Acelerar el paso y percibir los ruidos distantes: murmullos y silbidos, enigmas de sombras que acechan a lo lejos. En la penumbra, imágenes difusas de espíritus se trasladan con el viento, deseando gemir sin siquiera suspirar.
Algo siniestro se aproxima: la noche.
Las páginas amarillentas de un breviario se deshojan y son arrastradas por el suelo, hacia la nada. Las ventanas se abren de par en par, con violencia... Un olor pútrido se hace notorio en el ambiente, un gato observa con cautela desde un rincón...
Tras las ramas de los árboles, la luna muestra una faz espectral, y con esa imagen, comienza a balancearse: se desorbita. Gira de un lado a otro en el firmamento. En el parque, el viento arrecia.
Millones de lamentos comienzan a escucharse... La luna se aproxima, sus enormes cráteres dominan una imagen fantasmal, y luego estalla, con un estruendo atroz.
La Tierra tiembla.
A partir de ahora, los días serán muy largos, el tiempo se confundirá: no habrá meses tal como los conocemos. El viento arrasará con gases deletéreos, no habrá relatos en torno a la Luna, ni a las noches... Ni a los gatos que observan con cautela.
No habrá relatos.
La energía vital que dotó de imaginación a los Seres Humanos durante millones de años, se ha extinguido.
Es el fin.
Los gatos extraviarán su rumbo al andar.
Y los incontables relatos que se escribieron al amparo de la Luna, serán olvidados.
Etiquetas:
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3 comentarios:
ese vato, nos vemos pronto, cuidese!
ya de por si los días eran largos desde que te juites! :(
ven pa mi cumple!
Es puro misterio y la mirada del gato se me queda en los ojos
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