"There's music on the station
but I'm just listening to cold wind whistling
And if they ever find me
tell the papers cold wind, cold wind
cold wind blowing..."
Arcade Fire, Cold Wind.
Los últimos días del verano fluctúan de una manera soporífera. Las secuencias de la ciudad apenas transcurren, y una creciente sensación de inmovilidad pinta de gris las tardes, con nubes de lluvia insípida.
Como es costumbre en mí, me alegro de que el verano termine: dará paso a los vívidos matices del otoño. Es como un túnel instalado en las cloacas, que tras atravesarlo, pisando desechos y podredumbre, conduce a la superficie, donde por brevísimos instantes la luz opaca del sol irradia cierto sosiego y el aire serrano abre las puertas de la imaginación y el misticismo.
Este otoño será "un gran puente": un período de planeación y despedidas. Algo hay en él que me vuelve introspectivo. Quizás sean sus tardes "de viento y fuego", o quizás, sea ese cariz que lo vincula con el folclore y con las tradiciones ancestrales, el mismo que convierte a los relatos en leyendas.
Justamente, como en una de las leyendas más entrañables de mi región (y por mucho mi preferida) estoy planeando un viaje largo, sin expectativas seguras de retorno y que demanda un gran esfuerzo, tanto del intelecto como del espíritu.
Y tal como cuenta la leyenda, -La Mulata de Córdoba- en mi caso también es un viaje hacia la Libertad.
Voy por una tiza...
Pintaré un velero.
2 comentarios:
que onda master, como estás, ya no te he visto por el messenger, ya mero voy para allá, a ver si nos vemos en alguna cantina rasposa de la región, saludos!
Hola... saltando de blog en blog di con este espacio... saludos
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