With the idea of you
In rush reality
Hard to face this deception
This human frailty."
Siouxsie, Heaven and Alchemy.
El año agoniza, y en cierta forma, yo también.
Me gustaría escribir frases sencillas, llenas de satisfacción y optimismo, pero la verdad es que estos días han sido tan difíciles de sobrellevar y tan llenos de pesadumbre, que sólo puedo escribir frases reales "para el mundo real".
Hace exactamente un año escribí la reseña personal de 2006, que terminaba perfilando a 2007 como una gran ventana. Y en efecto, eso fue: una ventana que estalló, quebrando los cristales traslúcidos de mis malas vivencias hasta convertirlos en añicos, salpicando de sangre el interior, que casi estaba vacío.
La verdad es que, haciendo una recapitulación sobre lo que han sido mis 20's -y en el ocaso de los mismos-, no logro hallar una sola satisfacción duradera, a pesar de haber alcanzado, en varios momentos, varias metas profesionales, laborales, académicas, económicas y sociales. Es algo que resulta injusto, lo sé, pues muchas de esas metas fueron difíciles de alcanzar, sin embargo, ahora ni siquiera me importan; es como si todo de reduciese a sentirme terriblemente mal por no haber compartido mis objetivos con nadie, es decir, con esa clase de persona (o personas) con quienes despiertas diariamente y están ahí, a tu lado, o sobre quienes posas la cabeza hasta quedarte dormido tras un día ajetreado en el trabajo, durante algún período de tu vida.
En ese sentido, debo admitir, estos días envidio las emociones que transmiten ciertas líneas de Michael Ende. Sobre todos mis escritores dilectos, incluso aquellos lúdicos, ingeniosos y perversos como J. T. LeRoy, Patricia Highsmith y Henry Miller, anhelo como nunca antes experimentar vívidamente lo que narran las novelas sencillas, como La Historia Interminable:
"Bastián saltó al agua cristalina, se sumergió en ella, resopló, salpicó y dejó que una lluvia de gotas centelleantes le corriera por la boca. Bebió y bebió hasta calmar su sed. Y la alegría lo llenó de la cabeza a los pies, alegría de vivir y alegría de ser él mismo. Porque ahora sabía otra vez quién era y de dónde era.
Había nacido de nuevo.
Y lo mejor era que quería ser precisamente quien era. Si hubiera tenido que elegir una posibilidad entre todas, no hubiera elegido ninguna otra. Porque ahora sabía: en el mundo hay miles y miles de formas de alegría, pero en el fondo todas son una sola: la alegría de poder amar."
Necesito una vida en la cual pueda reírme hasta el cansancio, pero también abrazar. Y besar. Y tener sexo hasta el hastío...
Pero también queriendo,
Por lo que soy.
¿Existe esa vida?
Precisamente, hace algunos días conversaba con Alternatique (uno de mis grandes "aportes de vida" de 2007), sobre cómo la vida se nos escapa y se convierte en viejas fotografías, en postales de otros países, en mails de personas ausentes y en posts de blogs distantes...
En emociones ajenas, a fin de cuentas.
Estos días resultan difíciles de sobrellevar porque todo consiste en ansiar, en anhelar situaciones y personas hipotéticas que están fuera de mi alcance, y una vez más, el otoño terminó. He comenzado a sentir un hartazgo y una apatía generalizada por las circunstancias, los efectos, los detalles y sus consecuencias, es decir, por todo: por la vida misma, por todo aquello que pueda precederla y (sea lo que sea) por aquello que la suceda.
Es algo muy triste, que no conforme, se deja sentir con una molesta opresión sobre el pecho, que martiriza y percute al espíritu.
Pese a todo esto, y con un lánguido atisbo de esperanza, esta noche voy a tener presentes a todas aquellas personas quienes de un modo u otro dieron un poco de sentido a 2007: La mujer sin sonrisa, Samaritana en un lienzo, Biógrafa Chú, Actriz Pandakar, el admirador de Wilde, Alternatique y el Arcano Perdido.
Y sobre todo, voy a pensar en cuánto extraño a uno de mis más grandes amigos de vida: R. el Alquimista, con quien compartí, sin duda, los días más memorables, en la cabaña.
Él tiene razón: durante los últimos siete años hemos dedicado mucho tiempo a recordar vivencias previas, siendo que, con toda seguridad, las mejores se encontraban en esos precisos instantes.
Durante los últimos minutos del día voy a escuchar una canción de este año, a manera de epílogo, testimonio y reivindicación, de una voz y una musa que es bastante representativa para el anecdotario personal: Siouxsie Sioux.
"Heaven and Alchemy
I would catch a star
If you asked me to
But I can't seem to find one
To hold on to...
Heaven and Alchemy..."