Nunca antes tan lejos de todo... Y tan cerca de mí.
Los días de ecos y sombras terminaron por esfumarse, aunque esa niebla espesa de enero pronto cubrirá las calles dotándolas con cierta sensación de alivio, luego de tantos días soleados.
Voy a abordar el autobús...Cualquiera, a cualquier parte, el primero que pase.
He estado esperando tanto tiempo, sentado en la Central, que me olvidé de apreciar ese preciso instante cuando abordas un autobús y mandas todo al carajo, te olvidas de lo que dejas atrás y partes a cualquier lugar.
De cualquier modo, cualquier destino sería el mío.
Y cualquier día de estos resulta perfecto para emprender el viaje.
Los días de ecos y sombras terminaron por esfumarse, aunque esa niebla espesa de enero pronto cubrirá las calles dotándolas con cierta sensación de alivio, luego de tantos días soleados.
Voy a abordar el autobús...Cualquiera, a cualquier parte, el primero que pase.
He estado esperando tanto tiempo, sentado en la Central, que me olvidé de apreciar ese preciso instante cuando abordas un autobús y mandas todo al carajo, te olvidas de lo que dejas atrás y partes a cualquier lugar.
De cualquier modo, cualquier destino sería el mío.
Y cualquier día de estos resulta perfecto para emprender el viaje.
2 comentarios:
y cuando te sientas en el autobus y reclinas tu asiento, tienes certeza, casi la verdad en tu destino, sabes que el momento es tuyo y que no puedes huir de tí, por que cada viaje en autobus es un momento individual de autodescubrimiento que es finito pero certero.
siempre vamos a donde sea
simplemente solemos titular nuestros "paraderos destinales"
Publicar un comentario