viernes, enero 27, 2006

Síndrome de los Días Grises.

"Burn the towns
Burn the backstreet bars
Burn your boardwalk basement trade.

Feel the flame,
Feel the curve of the sword,
Your living flesh reeks of compromise, babe."

Roger Waters, Without Blame.

El Frente Frío que se extiende sobre buena parte del país cubre con su niebla penitente algo más que las montañas: cubre también las emociones.

Y con ello, un velo punzante desequilibra a los sentidos.

¿Qué hacer?

Descorro las cortinas, abro los ventanales de par en par y permito morar a la niebla en mi recámara. A su paso, la primer banda de frío y humedad se mezcla con el incienso de copal produciendo un aroma fresco y penetrante: debe ser el olor del Demiurgo, la energía sagrada que nos provee de vida y también la quita.

¿Qué esconde esta niebla tras de sí?

Caos y millones de historias lascivas, decadentemente graciosas...
No.
Eso sucede en la Ciudad de México.

Suspiros discretos y gemidos órgicos, que aguardan al verano para saciar el instinto lúbrico...
No.
Eso sucedía en Monterrey.

Ilusiones, pensamientos sobre el futuro, artilugios del Destino...
No.
Eso debe suceder en Madrid, o en cualquier parte de España.

Aquí la niebla sólo esconde tumultos de espíritus cabizbajos que se apresuran para llegar a tiempo al cementerio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

espiritus cavisbajos,refujiados en el mejor de los lugares.
el de un ser humano noble y de cara a sus propios miedos.
adivinas quien soy? IVAN!
te quiero... un amigo