miércoles, agosto 22, 2007

El advenimiento de un huracán.

"When the rain came down, I was older than the earth
I could die right now, and plan another birth
Anytime I choose
I am in peace, in love, in harmony when the rain comes.

When the rain came down, I was standing in the green
My soul was touched by every tree that my eyes could see
I am in peace, in love, in harmony when the rain comes down..."
Happy Rhodes, When the rain came down.

Durante mi estadía en el terruño, he acudido al parque de los andadores concéntricos. El ambiente que predomina en la ciudad es tenso, ante la expectativa de que un fenómeno ciclónico azotará con fuerza al Golfo y descargará lluvias intensas sobre la zona montañosa. Por esta razón, la tarde adquiere cierto cariz emocionante.

Me postro sobre el césped e intento escribir unas cuantas líneas, que van de lo trivial a lo esotérico. La fuerza y el silbido creciente del viento estimula con bríos mi imaginación: pronto, en cuestión de minutos, observo cómo los tonos azules y verdes de la naturaleza se transforman en dominantes cromas grisáceos, como si aquellos espíritus de luz y de oscuridad -los del pasado y del futuro-, quienes merodean en esta región, acudiesen a un concilio en el parque.

Una energía inexplicable se libera cuando sopla el viento de las montañas, la misma que intensifica los colores y las sombras de los objetos, así como el brillo de las estrellas y el calor del fuego.

Cuando esto sucede, es imposible nombrar de alguna manera al conjunto de sensaciones que unos cuantos mortales aún podemos experimentar. Si acaso, intentaría explicarlo como "una mezcla de euforia, libertad y melancolía".

Ésta es la energía que libera el viento cuando se aproxima un huracán.

Quizás se trate de una reacción atávica que prevalece en el mundo, que nos concede la oportunidad de sentir algo nuevo en la existencia.

1 comentario:

Glow dijo...

Me gustó mucho este pensamiento pre-huracanesco. Después de todo, salimos vivos..::.

mi celular murió y con el los contactos que tenia.. conseguí otro y tengo el mismo número, así cuando quiera continuar la fiesta que se quedo en pausa aquel día en Akbal, mándeme un mensaje y apretamos “play”.

Saludos post.huracan.