martes, agosto 14, 2007

Una de estas noches.

“And all the drugs in the world
Can’t save us from ourselves
Victims with the saddest hearts
Passing by the grace of god,
there by the grace of god.”
Manic Street Preachers, There by the grace of god.

Desde la recámara, observo las luces lejanas de las montañas, así como las estrellas que relucen sobre éstas. Se trata de pequeños destellos intensos y dispersos que irrumpen en la oscuridad, como una alegoría de mi existencia.

La extrañeza lánguida de los días aletarga el tiempo, cubriendo todo con un manto gris que tras el crepúsculo inesperado se torna negro. La sensación de vivir bajo el auspicio de un interminable eclipse total de sol, enrarece la atmósfera. Las notas de la prensa se han convertido en acontecimientos tediosos y rutinarios, donde la vida y la muerte se fusionan y carecen de importancia.

Pronto iré a dormir sin la necesidad de escribir otro relato. No habrá más mártires ni villanos, ni héroes o almas penitentes. Los ecos de murmullos y lamentos distantes agonizarán en el reino del silencio.

Una de estas noches caminaré hasta el punto más distante, donde la delgada línea que separa la cima de la montaña más alta, de la bóveda celeste, desaparece y fusiona a varios mundos, más allá del entendimiento humano.

Entonces, dos arquetipos con magia lúdica penetrarán el universo etéreo, caminando en tierras ignotas, dejando atrás un rastro compartido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aquí tienes un blog sobre bolaño: www.planeta2666.blogspot.com. saludos.