"The stranger sang a theme
From someone else's dream
The leaves began to fall
And no one spoke at all
But I can't seem to recall
When you came along,
Ingenue..."
Life in Mono.
Qué crueles resultan ser aquellas emociones que pueden ser enunciadas y descritas mediante palabras cuando carecen de rostros y siluetas en nuestra realidad.
Solemnes ráfagas de viento arreciaban por la noche, dejando atrás los beats de música electrónica. Atrás quedaba el rave, la multitud y la sensación de vacuidad, a medida que me adentraba en el bosque despoblado. Allí, lejos de los polígonos y los poliedros de la civilización, todo se reducía a formas espiraladas, como nuestra galaxia, como los instantes que perduran en incomprensibles puntos grisáceos de la memoria, y como la vida misma que a través de esos instantes se narra a los espíritus eternos.
Desde ese llano (un paraje situado en la inmediación del bosque), levanté la mirada al cielo: miles de estrellas serpenteaban a mi alrededor, y una luna menguante permanecía indómita entre ellas.
Ahora sé qué observan los gatos del mundo cuando levantan su mirada al cielo, y hacia dónde van, cuando desaparecen por las noches: cruzan un puente y arriban a ese sitio incomprensible para la mente humana, donde moran las ilusiones perdidas y las emociones que los humanos hemos olvidado, y que al mismo tiempo, intentamos revivir constantemente: el lado oscuro de la luna.
En silencio aguardan el momento en que habrán de perecer por fin, todas las ilusiones humanas (que sucederá muy pronto, uno de estos años, a finales de otoño).
Después del "momento cero" no quedará nada, ni siquiera la luna.
No existirán más historias qué relatar, ni más calles qué recorrer.
El semen no fluctuará con algarabía compartida.
Los últimos beats de la música electrónica serán barridos con el mundo,
y los últimos acordes de la música acústica darán paso al silencio.
La voz del trueno desaparecerá entre la nieve y las montañas.
Y ningún gato ronroneará la mañana siguiente, al despertar.
miércoles, octubre 03, 2007
Búsqueda de la última emoción (antes del fin del mundo).
Etiquetas:
Fin del Mundo,
Sueños,
Viento del Norte
3 comentarios:
Yo tengo una terraza grande grande.. llena de piedras de todo tipo: redondas, amorfas, chicas, piedras grices y negras, con textura, con evocaciones a un camino amarillo que no llega a ninguna parte.. y junto a estas piedras se hayan unas cactáceas... vulnerables y a la vez valientes.. con sus espinas grises y punzosas.. ahí es a donde caigo, en donde me refugio, en donde me vuelvo etéreo y físico...
ahi cohabito con mis deseos y miedos... soy su mediador, su punto medio, su balanza cero, ahi los entiendo y los escucho..
en ese habitat de nada mas que supuestos.. encuentro nuevamente la noción de mi tiempo.. de mi punto exacto.
son mis noches de reconfortamiento, de frescos de 25 grados y de café descafeinado.
Hola, siiiii estoy listo para el Manifest desde el día (creo) que compré mi boleto, aunque todavía no tengo dinero para ir pero de que voy voy, usted va?
Pues a mi lo de estar solo me pasa todo el tiempo, no sé si se refiera a sentirse solo cuando hay mucha gente alrededor (gente cercana) o cuando se está realmente solo porque no hay nadie por ahí?
Ahora ya estuve leyendo algo de su blog y me gustó lo que leí.
Saludos!!!
Uff.:: escribir sobre el fin.:: sin luna, sin estrellas, ni gatitos ronroneando.:: miauu!
Mientras llega el momento... un prrr.:: cariñoso para usted.
agregame: .:glu9@hotmail.:.
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