Artilugios.

Suponiendo que la crónica es veraz, tal como Moisés separó el mar Muerto en dos , eso voy a hacer con el Atlántico. Aún mejor: voy a drenarlo, aunque tuviese después que inundarlo con sangre y lágrimas de los seres melancólicos (si es así, se llenaría con prontitud).

Así podría recorrer tus calles, y visitar tus plazas, cuando los dioses, los mitos, los profetas y los ídolos de los días aciagos sean sólo polvo y cenizas, (como también nosotros fuimos, hace algunos años, ¿recuerdas?)

Y las prostitutas narren tus relatos, y los enfermos quemen tus recintos...

Y los gatos revelen sus secretos...

Cuando la mierda les cause un aneurisma a los pequeños, y los grandes mezclen su semen de misericordia...

Cuando la luna purifique a los mortales, y el viento invoque a los eternos...

Allí estaré, y entonces, tú estarás conmigo.

Cuando te encuentre, por primera vez.

Sólo espero que existas, en algún lugar.

Besos a Madrid.