miércoles, junio 01, 2005

Sobre sueños y pesadillas.

Entre humanos, los sueños de algunos forman parte de las pesadillas de los otros. No es un gran descubrimiento, lo sé, pero apenas hace unos días me he percatado del asunto. Comenzó con una charla con Azucena, la chica madrileña quien no tiene mucho aprecio por Madrid. Intenté rastrear un dejo de añoranza entre sus vivencias, pero poco encontré que resultara anímicamente gratificante.
De cualquier forma, existe una premisa interesante: cuando cruzas el océano no importa lo que hubo antes, sino al contrario: tienes ante tí una gama distinta e inesperada de posibilidades desafiantes. Todo futuro es posible, sí. Pero cuando de repente, ese futuro viene a tí de golpe, al aspirar el aire de otra tierra, la vida cobra sentido. Por un instante eres tú, como nunca antes habías sido. Y de tí depende seguir así.
Por ahora, continuaré en espera, aunque acá todo languidece con más calma.

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