jueves, septiembre 01, 2005

New Orleans bajo el agua: La zozobra del Jazz Futuro.

Queda para la posteridad el agridulce recuerdo de que durante los días en que la tierra del Mardi Gras se cubrió de agua por culpa de la infame Katrina, también se canceló el proyecto de Jazz Futuro, (debido a oscuras cuestiones más cercanas al 'sospechosismo' que a las contingencias naturales).


He aquí parte de la reseña que realicé a propósito del evento y debía incluirse en el booking del site. Por lo menos, terminó en un sitio web.


¿Por qué Jazz Futuro?

Belleza sublime, expresividad virtuosa, excitación desbordante... Por más de cien años, el jazz se ha constituido como un estilo musical —y seguramente también de vida—, capaz de detonar las emociones humanas guiándolas hacia una emancipación etérea. Concebido primigeniamente como un género racial afroamericano, tomó la esencia de la espiritualidad étnica del gospel y el blues y superó gradualmente cualquier categorización arbitraria para constituirse en un símbolo de integración global.

El sonido de New Orleans se extendió con prontitud a Chicago y New York para después propagarse sobre Occidente, confluyendo con una amplia gama de influencias que van de la música oriental a los ritmos latinos contemporáneos.

Manteniendo constante el espíritu de libertad y virtuosismo que lo alienta, el jazz ha evolucionado conforme a la vorágine de los tiempos. Del ragtime al swing, del beebop al cool, de las grabaciones análogas a la era digital, de las influencias del rock a la world music (contando siempre con grandes voces) el jazz ha sido capaz de fusionarse con otros movimientos adquiriendo rasgos de estos.

Es así como los días de improvisación acústica/vocal han ampliado su espectro musical hacia terrenos de la Música Electrónica, produciendo un sinfín de vertientes como lo son la bossa jazz, el acid jazz y el deep house, creando lo que se conoce como nü jazz o jazz electrónico.

Jazz Futuro habrían sido cuatro noches de fulgor, emotividad y cadencias febriles bajo el auspicio del cielo septembrino....
[Pero el 'habría', como el 'hubiera', jamás existieron.]