domingo, noviembre 11, 2007

EL ÚLTIMO DÍA DEL OTOÑO (I).

I.
Sombras y líneas perdidas
[La nota póstuma]


Melancolía y Tinieblas...

Legiones de sombras se extienden sobre el mundo: flotando, volando, arrastrándose. Surcan el horizonte y se infiltran en las profundidades del mundo, avanzando con premura.

No te lamentes.


Ya no existe el Tiempo tal como lo concebimos, ni tampoco existe sitio seguro alguno. Tendrás que aprender a vivir y convivir con sombras mientras subsistas, cuando camines, cuando cruces nuestros parques con sus lozas partidas, vires la mirada y sean siluetas negras tu única compañía, ocultas, pero siempre presentes en los escondrijos de la memoria.

Pronto las fuentes de esos parques sólo contendrán cenizas, y tu espíritu morará aturdido entre cenizas, también. Durante tus últimos instantes (que podrían parecerte años, e incluso décadas) serás una sombra más, caminando entre mórbidas ausencias, soportando el transcurso confuso de las horas.

Al final, te desvanecerás entre esas sombras, al igual que yo. Estas líneas se perderán y no estarás ahí para leerlas. Llegado el último minuto, serás incapaz de ocultarte en el vacío del orbe. La alfombra brillante te acechará y perpetuará tu imagen en su visión. Quizás, con un poco de suerte, te hará evocar ciertos recuerdos: una noche gélida con miles de estrellas centelleantes, el manto mágico de la aurora, fuego cian, viento malva y los ecos de una melodía que logre estremecerte… Como sucedió una vez.


“The stars that shine
and the stars that shrink
In the face of stagnation

the water runs
Before your eyes…”

1 comentario:

kaguama dijo...

flotando
volando
arrastrándome
y sin lamentarme

llegaré a una de esas fuentes para esperar una de tus sonrisas