sábado, noviembre 24, 2007

La Celebración.

"Hay corazones con alas de espinas
te dan deseos, caricias,
no me imagino el placer
de una herida sin ti."
Bosé & Torroja, Corazones.

Una de las más grandes satisfacciones de vivir, que sin duda alguna me permite constatar cuán afortunado he sido en algunos aspectos, son los Amigos que he encontrado.

Durante los últimos doce años, desde las tardes con tonos ocres en septiembre de 1995, en compañía de la Samaritana en un lienzo, hasta este otoño, he tenido amigos contados. En mi caso, han estado presentes de manera eventual durante periodos continuos, para luego ausentarse, y tiempo después (meses o años) reaparecer y afianzar su cercanía.

Pocos han sido quienes durante los últimos años han crecido, madurado y envejecido junto a mí, y en realidad, sólo son dos: Biógrafa Chú y R., el Alquimista.

Hoy es un día muy gratificante y a la vez, un poco extraño para mí. No soy la clase de sujeto que se congratule por los aniversarios o las celebraciones ajenas (honestamente, no suelen importarme), ni que asista a las “fiestas protocolares”, tan comunes en la idiosincrasia del mexicano. Es más, ni siquiera guardo noción de los parientes o sus festejos.

Los grandes momentos que yo celebro son siempre muy íntimos y no son planeados, en compañía de La Mujer sin Sonrisa o de esos Amigos y conocidos, e inclusive algunas veces son sólo personales, como las Vísperas de Año Nuevo y los Equinoccios de Otoño.

Pero hoy será distinto.
Esta noche será el turno de celebrar a Biógrafa Chú.

Pienso en todos los grandes momentos que hemos pasado juntos, desde los días grises en el Colegio Preparatorio hasta los años de Universidad, las prolongadas sesiones de vino, cerveza y clamatos en el Café Zona Centro (el sitio que hicimos nuestro), y en general, en diversos y buenos ratos llenos de emociones muy intensas (como los de la Colonia Roma, hace poco más de un año).

Pienso mucho en Biógrafa Chú, y doy gracias por tenerla en mi vida.

No hay mucho más qué decir. Los mejores momentos sólo suceden y prevalecen las emociones sobre las palabras.


Que el vino de esta noche, junto con la lluvia y la niebla con las cuales hemos compartido y escrito tantas historias juntos, agregue una nueva página, donde una vez más, esté presente la canción que hicimos nuestra:


"Hay corazones que tiran a darte
y sólo el tuyo que es punto y aparte
no me imagino una vida,
una historia sin ti."

1 comentario:

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Navego intermitentemente en el mar virtual: una y otra vez vuelvo a tu Breviario...