jueves, noviembre 24, 2005

Las calles quedarán vacías.

"Can anybody see the light
Where the morn meets the dew and the tide rises
Did you realise, no one can see inside your view
Did you realise, forwhy this sight belongs to you..."

Portishead, Strangers.

Los últimos días de noviembre traen consigo tumultos de gente, ya sea en las callejuelas, las avenidas, los parques y las plazas... Por un instante, ¡hay tanta vida ahí!

He salido a recorrer la ciudad. El crepúsculo cae temprano y con él las últimas lágrimas del otoño. En ciertos momentos, existe un lapso, imperceptible para muchos, en que el tiempo se detiene: el vino se derrama, la sangre fluye cuesta abajo, el semen se vuelve viscozo al contacto con la melancolía.

En ese momento, cuando seres anodinos cruzan sus miradas frente a mí, se besan, caminan de la mano y chasquean sus tarros de cerveza, sólo el sonido de mis pasos cobra relevancia en la escena. En pocos días, la ciudad se llenará de niebla nuevamente, como la existencia.

Las calles quedarán vacías.

Y de nuevo será el sonido de mis pasos lo único vivo en el ambiente... Y también un par de canciones: Strangers de Portishead y Somebody, de Depeche Mode.

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