Agente Jacomix me ha designado para escribir el booking del próximo Festival de Jazz Futuro, una muestra de música electrónica y tendencias fusionadas de la world music con el jazz. Nada más comenzar a leer sobre los proyectos participantes me induce a debrayar: ¿en qué momento se crearon todos esos estilos musicales? Por supuesto, sólo tienen fundamento en la necesidad (para unos cuantos) de categorizarlo todo y así asentar un precedente en el espectro musical.
Si bien puedo diferenciar hasta cierto el Drum´n´Bass del House, o el Jungle del Psycho, es demasiado pedir que establezca un referente mental respecto, por ejemplo, al UpBeat, el Acid-Jazz-Funk y el Heavy-Funk-Afrolatin.
No me parecen prácticos tantos motes, sino como mera curiosidad de los flyers. (Y precisamente, es lo que debo elaborar).
Tomo un descanso, me largo de la ciudad y el autobús se avería. El paisajillo campestre se antoja para seguir a pie, así que dejo atrás el bus y me interno en las veredas. Diez minutos después se suelta una tormenta como si nunca antes hubiese llovido. Me doblo de la risa. Me resguardo y enciendo la radio para distraerme: todo son cumbias y merengues, jodido país. Al parecer toda la gente obedeció a Vicente Fox cuando dijo "no lean, serán más felices."
Sólo traigo un disco en la mochila. Lo programo y allí está: es la voz de Tim Booth, cantando Sound con un timbre que nada tendría que ver ni con las cumbias ni con el Deep-Acid-Funky-Happy-Fuckin'-Faggy-Horny-House.
"Laugh at the wonder of it all
Laugh so loud you break the fall
And you see the gathering clouds
Cry at the sadness of the world
Cry so long you break it’s cold
And you hear the gathering sounds..."
¿En qué momento dejaron de sonar James y todas esas bandas en la radio? Tenían más sentido que la basura pop de hoy. Eso sí, por suerte todavía queda la música electrónica para alegrar las fiestas.
Si bien puedo diferenciar hasta cierto el Drum´n´Bass del House, o el Jungle del Psycho, es demasiado pedir que establezca un referente mental respecto, por ejemplo, al UpBeat, el Acid-Jazz-Funk y el Heavy-Funk-Afrolatin.
No me parecen prácticos tantos motes, sino como mera curiosidad de los flyers. (Y precisamente, es lo que debo elaborar).
Tomo un descanso, me largo de la ciudad y el autobús se avería. El paisajillo campestre se antoja para seguir a pie, así que dejo atrás el bus y me interno en las veredas. Diez minutos después se suelta una tormenta como si nunca antes hubiese llovido. Me doblo de la risa. Me resguardo y enciendo la radio para distraerme: todo son cumbias y merengues, jodido país. Al parecer toda la gente obedeció a Vicente Fox cuando dijo "no lean, serán más felices."
Sólo traigo un disco en la mochila. Lo programo y allí está: es la voz de Tim Booth, cantando Sound con un timbre que nada tendría que ver ni con las cumbias ni con el Deep-Acid-Funky-Happy-Fuckin'-Faggy-Horny-House.
"Laugh at the wonder of it all
Laugh so loud you break the fall
And you see the gathering clouds
Cry at the sadness of the world
Cry so long you break it’s cold
And you hear the gathering sounds..."
¿En qué momento dejaron de sonar James y todas esas bandas en la radio? Tenían más sentido que la basura pop de hoy. Eso sí, por suerte todavía queda la música electrónica para alegrar las fiestas.